Hacienda y el juez investigan a Athos por el desvío de fondos a Mónaco
Hacienda y el Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona investigan a cuatro empresas instrumentales controladas por el grupo Athos que transfirieron dinero negro a Mónaco a través de cuentas abiertas en la oficina central en Madrid del banco alemán Commerzbank. Al parecer, estas empresas transfirieron al menos 1.000 millones de pesetas a cuentas privadas del ex presidente del grupo Athos Carlos Nadales.
Nadales huyó de España hace un año al estallar la crisis de su grupo de empresas y se encuentra en Uruguay pendiente de que el Gobierno de ese país apruebe su extradición, pedida por el Ministerio de Exteriores.Las cuatro sociedades investigadas son filiales de Athos Nederland Holding, BV, con base en Holanda. A esta empresa podría haber ido a parar parte del dinero sacado de España. Las sociedadqs investigadas son: Aladapeberri, Igarritu, Igartu y Ostola. Fuentes directivas de Cominerzbank dijeron que desconocen si esas sociedades han tenido cuenta en el banco y han realizado transferencias a Mónaco desde España. Los administradores de las empresas investigadas eran dos testaferros de Carlos Nadales: Fernando Calmels Rivas y José María Olazábal Estecha. Los dos podrían ser llamados a declarar en los próximos días para que expliquen su participación en las transferencias de fondos a Holanda.
Fuentes de la investigación afirman que el entramado de Athos, con base en Barcelona e integrado por dos docenas de empresas en España, Holanda y Mónaco, se perfila cada vez con más claridad como una de las mayores redes de captación de dinero negro investigada hasta ahora en España. Las primeras estimaciones de que Athos manejó 30.000 millones de pesetas de dinero negro se han quedado cortas y fuentes próximas a la investigación creen que la cantidad podría elevarse a 50.000 millones. Quienes siguen sin aparecer son los inversores de este dinero opaco al fisco, ya que su dinero se invirtió a nombre de comunidades de bienes y empresas que ocultaban su identidad. Parte de este dinero fue sacado de España. Otra línea de investigación es la que afecta a la sociedad Gracina. Medios próximos a la investigación afirman que esta misteriosa empresa tuvo dinero negro a su nombre. Sin embargo, no se le conocen actividades empresariales, aunque ha concedido préstamos a grandes sociedades con el dinero negro captado entre los clientes de Athos. Pese a haber hecho estas operaciones, Hacienda ha comprobado que Gracina nunca ha hecho declaración tributaria.
Gracina se creó en Barcelona en 1988. Sus socios iniciales fueron Joaquín Brugué, la abogada Eulalia Torruella y Gracia Llacer. Un año después cambiaron los administradores y tomaron el control de la empresa personas de confianza de Carlos Nadales. En concreto, entraron como administradores Rosa María Altés, esposa de Ramón Surroca. Este último, fallecido hace dos años, fue administrador de numerosas sociedades del grupo Athos. Las investigaciones se centran en la relación de la abogada Torruella con el grupo Athos. Torruella aparece como administradora en las sociedades Chartax y 3 Crisca, que forman el núcleo patrimonial privado de Nadales, según un informe de la brigada de delitos económicos de la policía.
Las investigaciones de Hacienda también se dirigen hacia una sociedad con sede en Suiza denominada Imperial Services. A esta sociedad instrumental ha podido desviarse dinero captado en España, siempre según las fuentes de la investigación. Los mismos medios indican que Athos tiene la propiedad de dicha sociedad .
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