Una bomba mata a 5 niños en Argelia horas después de que el régimen anunciara elecciones sin integristas

Cinco niños resultaron muertos, y otras 17 personas heridas por la explosión de una bomba en el cementerio de Mostaganem, a 360 kilómetros de Argel, cuando se celebraba una ceremonia oficial en recuerdo del 40º aniversario del inicio de la revolución. El atentado se produjo horas después de que el presidente de la República, el general Liamin Zerual, anunciara la "democratización" del régimen, con elecciones presidenciales antes del fin de 1995, de las que estarán ausentes los movimientos integristas radicales, a los que se comprometió a erradicar por la fuerza de las armas.

Los cinco muertos por la explosión de la bomba eran miembros del grupo de exploradores musulmanes que se habían reunido a las diez de la mañana con otras muchas personas en el cementerio de Mostaganem para celebrar el inicio de la revolución argelina. La información fue comunicada ayer oficialmente por la agencia APS, sin precisar ningún otro detalle. Otra bomba explotó también en el cementerio de Chelf, a 200 kilómetros de Argel, en el transcurso de una ceremonia similar, y causó heridas a un ex combatiente.Estos atentados se producen pocas horas después de que el presidente anunciara para antes del fin de 1995 la celebración de unas elecciones presidenciales, en un intento de colocar a Argelia en la vía de la constitucionalidad y la legalidad, poniendo así fin a un paréntesis político que se inició hace cerca de tres años -11 de enero de 1992-cuando se depuso al último presidente electo, Chadli Benyedid, y se suspendió la segunda vuelta de los comicios legislativos, en los que la principal fuerza islámica, el Frente Islámico de Salvación (FIS), se colocó a las puertas del Parlamento tras su arrolladora victoria en la primera vuelta.

La propuesta de elecciones efectuada por Zerual y anunciada en un discurso radiotelevisado fue acompañada por duros ataques contra los partidos. de la oposición democrática y contra los integristas moderados del FIS. El orador acusó a los partidos legales de "boicotear el diáIogo" y, sin citar al FIS, fustigó a esta organización por su "visión dictatorial", y añadió que trataba de "consolidar el extremismo e impulsar a los terroristas".

Se acabó el diálogo

El presidente firmaba así el acta de defunción del diálogo con los islamistas históricos del FIS Abasi Madani y Alí Belhaoí, y anunciaba, de acuerdo con el general Mohamed Lamarí, nuevo hombre fuerte, su intención de proseguir con la erradicación del terrorismo y la violencia con la fuerza de las armas, tarea en la que "las fuerzas de seguridad, y a su cabeza el Ejército Nacional Popular, trabajan con abnegación".La propuesta política de Zerual no ha tranquilizado a la oposición; ni a la legal ni la clandestina integrista. El primero en reaccionar ha sido el FIS en, el exterior, el cual señaló que "Argelia está en guerra" y que no se celebrarán las elecciones mientras se excluya el diálogo con el FIS, al tiempo que renovaba el, llamamiento a la lucha armada.

Entretanto, fuerzas del Ejército, la Gendarmería Nacional y la Policía, dirigidas por Lamari, se emplean a fondo en diferentes regiones, en un intento de acabar con las facciones armadas integristas. Ayer, el periódico Liberté, editado en Argel, aseguraba que entre el jueves y el lunes, en sólo tres operaciones, hubo más de 250 muertos, la mayoría en la región de Chelf, donde fueron abatidos 181 islamistas. En Batna, la cifra de muertos fue de 66, y en el suburbio capitalino de Baraki, de 11.

Estas operaciones combinadas son síntomas claros de la política de erradicación de los integristas, en la que se encuentra implicado por primera vez de una manera pública el Ejército. Pero además se preparan otras medidas, con las que se pretende involucrar a la población civil en esta lucha. Entre ellas destaca la promesa de importantes recompensas económicas a aquellos que faciliten datos que permitan la detención de los líderes integristas. El periódico independiente El Watan aseguraba ayer que se ha elaborado ya una lista de 60 emires o jeques islamistas, en situación de búsqueda, para algunos de los cuales se llegará a ofrecer recompensas millonarias, de unos tres millones de pesetas.

Por otra parte, según informa la agencia Efe el ciudadano español Manuel Becerra, de 85 años, amenazado de muerte por presuntos integristas, abandonó ayer Argelia en vuelo regular de Iberia, repatriado por el Gobierno español.

Becerra, que fue piloto en el ejército republicano, se trasladó a Argelia al final de la guerra civil, luchó con el Frente de Liberación Nacional durante la insurrección contra los franceses y perdió una pierna al pisar una mina. Será acogido en la residencia de anciano Alcant, de Alicante, según informó el cónsul español, Bernardino León.