_
_
_
_

Ken Loach, Louis Malle, Abbas Kiarostami y Boaz Yakin, los grandes favoritos del certamen

Dos películas británicas -la mediocre Tom y Viv, dirigida por Brian Gílbert, y la más lograda, pero insatisfactoria, Mi que rida hermana, de Naney Meckler- cerraron ayer un concurso en el que destacan cuatro excepcionales obras cinematográficas: Giovania en la calle 42, dirigida por Louis Malle; Ladybird, dirigida por Ken Loach; Entre los olivos, del- iraní AbbasKiarostami, y Fresh, del debutante norteamencano Boaz Yakin. La altura de estas cuatro maravillas supera con mucho la de las restantes películas que se han exhibido en competición.

Tom y Viv quiere ser el relato del infortunado primer matrimonio del gran poeta norteamericano T. S. Elliot, pero tan sólo quiere serlo, porque la película como tal no llega a ser nada. Resulta penoso ver a intérpretes tan expertos -como Willem Dafoe y Miranda Richardson y estrellarse escena tras escena con la sosería del guión y la torpeza del director.

Mi querida hermana quiere ser también reflejo de un hecho verídico: el de una espantosa. tragedia ocurrida en Le Mans en 1933. Se trata del brutal asesinato de dos mujeres, madre e hija, prototipos de la burguesía provinciana francesa más rancia, por las dos jóvenes que tenían como criadas en su casa: las trágicamente célebres hermanas -Lea y Christine Papin, cuya carniceria inspiró a Jean Genet para escribir Las criadas, una de las obras fundamentales del teatro moderno.Enigma

La trastienda de aquel suceso, que conmocionó a Francia, es uno de los enigmas más intrincados e impenetrables de la crónica negra de este siglo y de su oscuridad se han extraído infinidad de datos que iluminan el misterio que hay tras el ser humano sublevado, tras la imagen surreal del "cordero rabioso", es decir: el mortal estallido de violencia en que se convierten la opresión, la sumisión y la esclavitud cuando el rencor que generan brota por una grieta, estalla de pronto y se hace incontenible, devastador.

La película británica simplifica esta complejísima cuestión hasta la caricatura y manipula con descaro algunas piezas básicas de aquel trágico rompecabezas. Por ejemplo, elimina del suceso ni más ni menos que la figura del amo de la casa, y marido y padre de las dos mujeres asesinadas. Este hombre fue el único testigo. directo de la vida cotidiana: de aquel hogar donde se coció el crimen y su presencia y su testimonio son imprescindibles para entrever qué ocurrió de verdad allí.

Pues bien, como el testimonio de este hombre destruye o, cuando menos, no abunda en el apriorismo en que la película se basa -que las dos hermanas asesinas eran una pareja homosexual-, la autora de la obra teatral en que el filme se inspira y la guionista de éste lo borran, así como suena, del mapa.

Ciertamente, las autoras están en su derecho, pero con esa manipulación de la verdad convierten su trabajo en un esfuerzo lastrado por un artificio ideológico preconcebido. De ahí que, tanto en el fondo como en la forma, el filme sea inevitablemente tramposo y que sólo el talento interpretativo de Joely Richardson, Johdi May y Julie Walters lo redima de la mediocridad.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_