El Ecofin acuerda multar a España con 200.000 millones de pesetas por sobrepasar la cuota lechera
Las multas a España, Italia y Grecia por sobrepasar la cuota de producción lechera permitida por la Unión Europea (UE) ya son efectivas, tras dos años de discusiones. A España le tocará pagar 205.600 millones de pesetas por sus excesos desde 1989 a 1993; a Italia, 304.800 millones. El Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) aprobó ayer, por mayoría, el montante de las sanciones. La decisión desbloquea el aumento del presupuesto.
Para España la sanción es una mala noticia. Tiene que pagar, y una cantidad muy fuerte. Pero viene algo mitigada por que ya estaba descontada desde hace tiempo y porque al final, la cantidad pactada está en el punto medio entre la multa dura inicial (casi 300.000 millones de pesetas) y la sanción suave impuesta por la Comisión tras efectuar una rebaja (145.000 millones) por la vía de aplicar el principio de retroactividad al aumento de las cuotas decidido para los tres países en 1993 (véase gráfico).Es también menos horrible -el ministro de Economía, Pedro Solbes, calificó el acuerdo de "razonable"- porque en el último momento se logró que el montante adicional del año 1989 quedase eliminado para España (no para Italia), puesto que nadie había recurrido ante el Tribunal de Luxemburgo. Este pequeño detalle supone 30.000 millones de pesetas menos (los que van de la propuesta de acuerdo con que la presidencia alemana inició la reunión hasta el resultado definitivo). Además, la pócima se traga suavemente, en cuatro anualidades pagaderas desde 1995 hasta 1998, nominadas en ecus pero efectivas en pesetas al tipo de cambio del momento. Pero es pócima amarga, en cualquier caso.
Sanciones retiradas
Unos pagan y otros, satisfechos de castigar a los incumplidores mediterráneos, retiran los recursos que interpusieron contra la sanción suave, recursos basados en la incompetencia de la Comisión en este asunto, frente al Consejo. Los multados se aseguran de que no haya sor presas en el futuro. "Hemos conseguido seguridad jurídica a cambio de pagar algo más de lo que sería lógico", dijo Solbes. La insistencia de Italia en bloquear el asunto durante dos años, por la vía de vetar el aumento de los recursos propios del presupuesto, ha puesto las cosas más difíciles. Ahora el
bloqueo italiano ha decaído.
Ésta es precisamente, la consecuencia positiva de la mala noticia. Eliminado el veto italiano, ha sido finalmente aprobado el aumento de recursos propios pactado en la famosa cumbre de la cohesión celebrada en Edimburgo en diciembre de 1992: los recursos de la UE subirán del actual 1,20% del PIB comunitario al 1,21% en 1995 y, progresivamente, hasta el 1,27% en 1.999.
Este porcentaje supone un aumento de 15.000 millones de ecus (2,4 billones de pesetas) en el período 1993-1999. Sin su aprobación se hacía imposible atender todos los pagos comprometidos políticamente, y particularmente los de los fondos estructurales. España ha bría sido la más perjudicada, porque es también la principal beneficiaria en algunas de sus partidas: debe obtener a lo largo del período un total de 42.000 millones de ecus, equivalentes a 6,7 billones de pesetas, de los cuales 1,33 son del fondo de cohesión.
Ahora el presupuesto de 1995 podrá seguir su curso. El Parlamento europeo lo discutirá la semana próxima en primera lectura. Seguramente surgirán nuevas dificultades. Pero es improbable que aparezca alguna del alcance paralizador que ha supuesto la vinculación de este asunto con las sanciones lecheras por parte de Italia.
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