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Entrevista:

"La neutralidad aún cumple una función"

Tiene 50 años y una idea clara: Suiza no se puede aislar, ha de adherirse a la Unión Europea (UE). Pero Jacob Kellenberger, responsable de las negociaciones que la Confederación Helvética llevará a cabo con los Doce, sabe que no será un proceso fácil.Pregunta. Hace ya año y medio que los suizos decidieron no pertenecer al Espacio Económico Europeo. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Respuesta. La consecuencia más directa es que la vía que el Gobierno ha elegido es tratar de negociar con la Unión Europea acuerdos sectoriales, más limitados. El Gobierno mantiene, sin embargo, como objetivo estratégico la adhesión a la UE.

P. ¿Y cómo van esas negociaciones?

R. Las condiciones formales para negociar todavía no existen.

P. ¿Qué sectores son los más problemáticos?

R. Una de las cuestiones más difíciles será la libre circulación de personas propuesta por la Unión. Es un problema para muchos suizos, porque este país ya tiene un porcentaje muy alto de extranjeros, el 24% de la población activa.

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P. ¿Cree que Suiza puede mantener su neutralidad en un mundo cada vez más global?

R. Si así lo quiere, sí. El Gobierno quiere mantener la neutralidad porque estima que todavía cumple una función. Internamente, además, es uno de los elementos de identificación de Suiza. En política exterior, es verdad que no se pueden ignorar los hechos ocurridos tras la caída del muro de Berlín, y en este aspecto se podría pensar que ya no tiene la misma importancia de antes, ¿no? Pero no se puede decir que ha perdido su función por completo, porque todavía no tenemos sistemas de seguridad colectivos muy sólidos y estables en Europa.

P. Si Suiza se integrara en la Unión Europea, ¿tendría que cambiar su sistema político?

R. Mi impresión es que la preocupación política mayor es saber en qué medida una adhesión a la UE afectaría al sistema de democracia directa. Preocupa más que lo referente al federalismo. Uno de los desafíos para el Gobierno es explicar en qué medida la adhesión afectaría a ese sistema.

P. ¿Y afecta mucho?

R. No, pero hay algún conflicto.

P. Si Europa no pensara en una unión política, ¿Suiza se adheriría a una unión sólo económica?

R. Es posible. Pero el Espacio Económico Europeo, que era esencialmente económico, fue rechazado. Mí opinión es que el aislamiento económico no es el problema mayor de Suiza. Me preocupa más un cierto aislamiento político.

P. ¿Piensa que la adhesión es inevitable a largo plazo?

R. Si realmente se llega a la conclusión de que es importante participar en un nivel igual a los otros países de Europa occidental en la construcción europea, no hay alternativa. Se pueden criticar muchas cosas de la UE, pero ha hecho mucho por la paz y la seguridad en Europa, es el punto de referencia para casi todo el continente.

P. ¿Cree que Suiza ha reaccionado con suficiente rapidez a los acontecimientos ocurridos tras la caída del muro?

R. Este país ha conseguido muy buenos resultados con la política que ha desarrollado en el pasado. No hay nada más natural, pues, que no se quiera abandonarla. Es verdad que los desafíos han cambiado. Pero la situación no es tal que exija un clima de emergencia en el país para cambiar las cosas de la noche a la mañana

P. ¿Están preocupados por los referendos sobre la adhesión a la UE de los nórdicos?

R. Estamos muy interesados en ver qué pasa. Si los tres dicen sí las decisiones que se toman en Bruselas todavía tendrán más importancia, incluso para los países que no forman parte de la UE.

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