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Un rebaño trashumante toma la calle de Alcalá

2.000 ovejas merinas cruzan Madrid para pedir la conservación de las vías pecuarias

Más de 2.000 manifestantes se congregaron ayer en la madrileña Puerta del Sol para corear repetidamente la segunda letra del abecedario. Se trataba de un rebaño de ovejas de raza merina que llegó a la capital para reivindicar la recuperación de la trashumancia, una milenaria costumbre ganadera que consistía en cruzar la Península en primavera para buscar los frescos pastos de las montañas (agostaderos) y regresar en otoño a las dehesas meridionales. Miles de madrileños se transformaron en pastores ocasionales a lo largo de la mañana y siguieron con curiosidad la inusual comitiva. El mayoral y propietario de los animales, Cesáreo Rey, de 61 años, abría la expedición con un espectacular bastón en una mano y un teléfono inalámbrico en la otra. Con él iban cuatro pastores, un caballo, dos burros y diez perros.Los cuadrúpedos, en silencio como buenos corderos, llegaron al trote cochinero. Les esperaban padres de familia acompañados de sus hijos -para algunos era la primera vez que veían una oveja-, ancianos que querían rememorar los tiempos en que Madrid todavía tenía un aire pueblerino y jóvenes que interrumpieron la ruta del bakalao durante un rato para ver la odisea del cordero.Muy pocos sabían que dos cañadas reales cruzan Madrid.

Rey proporcionó el rebaño. del Proyecto 2001, una iniciativa de nombre futurista organizada por el Fondo de, Patrimonio Nacional Europeo (FPNE) con fondos del Programa Life de la Unión Europea para recuperar parte de los 125.000 kilómetros de, vías pecuarias españolas. El pastor, natural de Navacepedilla de Corneja. (Ávila), llevaba más de 30 años alejado de las autopistas del ganado, pero todavía diferencia las churras de las merinas. "La lana de mis ovejas es mucho más fina y oscura; la de las churras es más clara, pero más gruesa y rígida, sólo vale para hacer colchones"; explicó al profano.

Las ovejas salieron hace cerca de un mes de los Picos de Europa (León) y no han sufrido ningún percance. Cesáreo recuerda que el año pasado los lobos mataron nueve corderos. El público también aportó datos: "El lobo es dañino a más no poder, mata por matar", aseguraba Cándido, de 58 años, que fue pastor trashumante en su juventud. "Es verdad, al hatajo del tío Capablanca le mataron 22 de una vez", respondió Julio, su amigo de 68 años.

Mientras, Antonio Mendoza, el pastor más joven (18 años) de la aventura, se afanaba en conducir el enorme rebaño engatusando con pienso a los 24 carneros de cabeza. Le ayudaban eficazmente los perros de careo (dirigen el ganado).

El secretario general del FPNE, Jesús Garzón, explicó que quieren patrocinar, mediante aportaciones voluntarias, un rebaño permanente de 2.500 ovejas en las diez cañadas reales importantes.

Tras las ovejas, cuatro vehículos municipales (dos barredoras y dos baldeadoras) limpiaban el rastro de cagarrutas. Hacía 45 años que Madrid no adquiría un olor tan campestre.

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