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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Que 20 años no es nada?

Una tarde de domingo de hace casi 20 años, a la puerta de la iglesia de San José, en Alcalá esquina a Gran Vía, un policía de paisano apretó el cañón de su pistola contra la espalda de un melenudo de 14 años mientras le espetaba: "Alto o disparo. Éste venía de una misa funeral, anunciada pero no oficiada, por dos etarras ajusticiados por el régimen anterior unos días antes. El pasado domingo día 3, el mismo no tan joven y no tan melenudo individuo se manifestaba otra vez en el mismo sitio, con el inevitable recuerdo de aquella tarde en su pensamiento pero sin el miedo de sufrir su repetición, a pesar de que otros policías de uniforme estaban también en el mismo lugar no menos armados que aquél. ¿Dónde estará ahora el policía, esto es, en qué posición política? ¿Habrá aceptado la democracia, o no? ¿Se lamentará de no haber apretado el gatillo, o no? Y, sobre todo, ¿dónde estaría yo ahora si lo hubiese hecho, quiero decir, no aceptar la democracia? Pero ¡albricias!,, ni él ni los que eran como él pudieron frenar la nueva España, y 20 años después los melenudos que aún quedan, que son bien pocos -tanto porque no se llevan los pelos a la greña como, porque, igual que sucede con los espermatozoides, los varones cada vez tienen menos de -ambos-, pueden exhibir pancartas festivo-reivindicativas y pintarse las caras de colores tranquilamente donde antes pintaban bastos.Ha cambiado, indiscutiblemente, la actitud de los uniformes. Por ejemplo, podía verse que algunos charlaban pacíficamente con los manifestantes en varios train os de la calla de Alcalá. Antes se limitaban a observar sus movimientos desconfiada y duramente. También había espigadas mujeres policías con cola de caballo, en lugar de robustos policías montados a caballo. Claro que a lo mejor las había también ltace 20 años y no las vimos mientras corríamos con el canguelo para evitar, por este orden, el porrazo del guardia, la multa del gobernador, la ficha de la Brigada Político-Social y la cárcel del juez. Pero no creo que las hubiera, no como ahora.

Pero el cambio más notable, me parece, es el motivo de la manifestación. En aquella época, ésta se organizaba por una cuestión de política interior: las libertades políticas y las reivindicaciones sociales y económicas de cualquier grupo social. Hoy, la peña, se manifiesta para que el Gobierno elegido democráticamente dedique el 0,7% del producto interior bruto a los que entonces se llamaba "los negritos de África", si es que alguna vez la izquierda hablaba de ellos -que siempre se iba el discurso hacia los cámara das del Este y del Caribe, no como el clero-, y hoy se conocen como naciones del Tercer Mundo y países en desarrollo. Así que, o bien semos (sic) europeos del todo, o somos bastante ricos a pesar del paro, el déficit público y la crisis económica, o los jóvenes de hoy ven está democracia¡- esta economía y este país en general tan firmes y tan encarrilados que piensan que es hora de hacer solamente política internacional, más. valiosa a su parecer desde el punto de vista de la justicia y el desarrollo moral.

En cualquier caso, a pesar de los problemas ¡qué gusto! No es verdad que (casi) 20,años no es nada en la política aunque lo sea en el amor.-

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