La magistratura italiana aplaza la decisión sobre el traslado del fiscal jefe de Milán
El Consejo Superior de la Magistratura (CSM) italiana, organismo autorregulador de dicho cuerpo en Italia, acordó ayer aplazar hasta el lunes la decisión de si debatir en un pleno o archivar la petición de sanciones contra el fiscal jefe de Milán, Saverio Borrelli, responsable de una entrevista en la que sugirió que ciertas investigaciones sobre corrupción están a. punto de alcanzar al primer ministro, Silvio Berlusconi. Un miembro del CSM afín a Berlusconi ya ha dicho que pedirá el traslado de Borrelli a otra audiencia.Pero es dudoso que, la decisión final del Consejo vaya en esa dirección, ya que una gran mayoría de la magistratura en él representada ha expresado su solidaridad con el fiscal jefe milanés por los ataques que previamente había recibido del Gobierno, aun reconociendo que su entrevista con la prensa pudo ser irregular y poco oportuna.
Una comisión del CSM que inició ayer el debate del tema acordó pedir información sobre lo declarado recientemente por Berlusconi a la prensa y a la televisión, a fin de considerar los dos aspectos del problema. La adopción de sanciones en contra de Borrelli daría probablemente paso a un nuevo episodio como el del pasado mes de julio, cuando los fiscales de la investigación Manos Limpias dimitieron y el Gobierno hube) de retirar el decreto que libraba a todos los presuntos corruptos de la prisión preventiva.
El fiscal jefe ha escrito una carta a sus subordinados, el más conocido de los cuales es Antonio di Pietro, para explicar su punto de vista sobre sus polémicas declaraciones a la prensa. "Fueron dictadas, sobre todo", dijo, "por el impulso de tutelaros a vosotros antes que a mí mismo contra las injurias provenientes de fuera".
Por su parte, el primer ministro confirmó el pasado lunes lo que ya se sabía, que no piensa dimitir aunque se- le abra un sumario por presunta' corrupción. "No encuentro en las cosas que he hecho nada que pueda ser penalmente sancionable y ni siquiera moralmente sancionable", dijo.
Ayer, Berlusconi reiteró la misma idea ante los corresponsables extranjeros acreditados en Roma. "Soy el primer ministro y pretendo seguir siéndolo. Los sumarios están de moda en Italia, pero yo espero quedar al margen de esa moda", afirmó.
"Estoy convencido", dijo también, "de ser lo que ahora necesita Italia. Si no hubiera bajado a la política el señor Berlusconi, mi país habría sido entregado a un destino duro, sin libertad ni bienestar". Y en otro momento afirmó: "Yo sigo tranquilo, porque sé que la opinión pública está con nosotros".
Berlusconi elogió a Gianfranco Fini, su aliado ultraderechista y líder de Alianza Nacional, al que describió como "persona correcta y leal" y calificó de "política ficción" la hipótesis de que Fini pueda sustituirle en el futuro como jefe del Gobierno.
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