Prosigue la búsqueda de los cinco desaparecidos a causa del temporal en Cataluña

Las tormentas amainaron ayer en Cataluña, excepto en Gerona, donde fueron abundantes e inundaron poblaciones costeras. Pero la relativa calma descubrió un panorama desolador tres personas muertas; cinco desaparecidas, que difícilmente serán encontradas con vida, y pérdidas materiales incalculables: carreteras, líneas eléctricas y telefónicas, centenares de casas, granjas y naves industriales arrasadas por las aguas.

Por la mañana se encontró el cadáver de Jesús Muñoz, de 16 años; por la tarde, en aguas del mar, frente a al Port Olímpic apareció otro cadáver, de una mujer no identificada de unos 60 años, presumiblemente el de Elvira Herrando, que desapareció en Palau de Plegamans con su hija. El otro fallecido es Josep Maria Clapers, de 34 años, cuyo cadáver ya fue encontrado el lunes.El cadáver de Jesús Muñoz fue encontrado en las proximidades de la población de Santa Eulàlia de Ronçana (Barcelona). La muerte del joven se produjo cuando, en compañía de Lluís Bonso, que está desaparecido, intentaba escapar de la fábrica de muebles en la que trabajaban y fueron arrastrados por la fuerza de las aguas. Se da la triste paradoja de que los trabajadores que permanecieron en la fábrica se salvaron de las aguas al colgarse de las vigas del techo y esperar que caminara el temporal.

Andrés Campmol Simón, de 49 años, falleció en la madrugada del martes tras aspirar gases tóxicos de la fosa séptica de su granja, en Vilobí d'Onyar (Gerona). Esta muerte podría atribuirse indirectamente a las lluvias, ya que la razón por la que Campmol fue a inspeccionar la fosa séptica fue la fuerte lluvia que caía en aquel momento. Presumiblemente, los gases tóxicos se acumularon en la campana de su paraguas y provocaron su desvanecimiento y posterior caída al interior del pozo, donde falleció.

Las cinco personas que continúan desaparecidas difícilmente serán halladas con vida, según reconoció ayer la consejera de Gobernación de la Generalitat, Maria Eugènia Cuenca. Además de Lluís Bonso, los desaparecidos son: Pere Catalina, de 60 anos, cuya pista se perdió en Santa Eulèlia de Ronçana; la hija de Elvira Herrando, Teresa Guillamón, de 46, a la que unos vecinos de Palau de Plegamans (Barcelona) no pudieron rescatar de la fuerte corriente del río Tenes; Jesús Xinxón, de 23 años, a quien se llevó un golpe de agua del río Calders en Navarcles (Barcelona), y Pere Torres, que desapareció cuando fotografiaba las embravecidas aguas de la riera de Cambrils. (Tarragona).

Las poblaciones barcelonesas de Navarcles y Santa Eulàlia de Ronçana figuran entre las más afectadas por las lluvias. Ayer recuperaban la normalidad lentamente. Los niños volvían al colegio atravesando lodazales, y los mayores limpiaban bajos o contemplaban impotentes los destrozos causados por las aguas en enseres, casas o vehículos. El río Tenes, causante de la tragedia, había atemperado ayer el furor de sus aguas. En Tarragona, las poblaciones más afectadas eran las de La Riba, Porrera y L'Alforja.