Los médicos británicos eligirán a qué ancianos vacunan de gripe

Los ancianos que padecen la enfermedad de Alzheimer, muestren signos claros de senilidad o cuyas esperanzas de vida sean muy escasas, pueden no ser vacunados este año contra la gripe en el Reino Unido. A falta de una normativa clara sobre los tratamientos que deben aplicarse a los más mayores, los médicos deciden si su calidad de vida mejorará o es preferible que contraigan un virus posiblemente fatal. Según el rotativo británico The Sunday Times, la elección de los facultativos podría afectar a unas 50.000 personas internadas en centros geriátricos.

Las normas emanadas del Ministerio de Sanidad facultan al médico para consultar o no a los familiares de los ancianos en peor estado. La selección de los pacientes que recibirán la vacuna queda también en sus manos. Según el dominical británico, el actual programa de prevención de la gripe incluye suficientes dosis para proteger a casi seis millones de adultos y niños, La cifra de ancianos susceptibles de contraerla asciende, sin embargo, a 10 millones. El coste de cada pinchazo ronda las 1.000 pesetas.

Grupos contrarios a la eutanasia, diputados laboristas de la comisión de sanidad de los Comunes y algunos familiares de los ancianos se han mostrado contrarios a cualquier discriminación. La Sociedad para el Mal de Alzheimer sostiene que la decisión del paciente, expresada antes de perder, la consciencia, debería tener valor legal. Los consejeros científicos del centro señalan: "Una neumonía asociada a una gripe constituye una forma mucho más digna de morir que otros dos años soportando el final de la senilidad".