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Militares haitianos y estadounidenses anuncian que Raoul Cédras dimitirá hoy

Ramón Lobo

El general golpista Raoul Cédras tiene dos fechas para dejar la jefatura del Ejército haitiano sin que le echen a empellones las tropas estadounidenses. El miércoles, día en el que cumple tres años en el cargo y pasa legalmente al retiro, o el sábado, antes del regreso del presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide, tal y como acordó con el ex presi dente estadounidense Jimmy Carter. Sin embargo, todo podría precipitarse en las próximas horas. Fuentes próximas al Ejército haitiano aseguran que tanto el general Cédras como el presidente títere Émile Jonaisant dimitirán hoy mismo. Según las citadas fuentes, Cédras abandonaría el país junto al general Philippe Biamby, su jefe de Estado Mayor.

Fuentes militares estadounidenses, que también comentan que Cédras podría dimitir hoy, aseguran que representantes del militar golpista están en Washington para negociar su marcha. Cédras tiene tres opciones de exilio: Jamaica -muy probable-, Argentina o España. Aunque nadie desacarta una sorpresa.Se vaya cuando se vaya Cédras, va a ser harto complicado impedir que un militar golpista instalado reciba a Aristide el sábado. Por escalafón, Jean Claude Dupreval reemplazará a Cédras. Los dos, junto a Henri Max Mayard y Phillipe Biamby, son los únicos generales en activo. Dupreval y Mayarad, pese a su papel menos visible, son parte activa de la junta golpista.

"En el asunto militar, Aristide debe moverse muy, muy rápido", sugiere un alto cargo de un organismo internacional en Puerto Príncipe; "y debe hacerlo sin errores", añade rotundo. Las opciones, sin embargo, son escasas. La Constitución haitiniana obliga al presidente a nombrar al jefe de las Fuerzas Armadas a uno de los generales en activo. Dos de ellos, Cédras y Biamby, se van por la puerta falsa. Los otros dos, Dupreval y Mayard, son activistas contrarios a Aristide y corresponsables del golpe de Estado de septiembre de 1991.

De crupier a general

Dupreval habla poco, cultiva la reserva como defensa y es taciturno hasta la exasperación, dicen los que le conocen. Mayard, que se inició como crupier en los casinos de Petión Ville, habla también poco, pero es porque no tiene nada que decir, según reza el humor popular. Es, según todos, el más incapaz de todos. "Aristide tendrá que hacer una limpia sin desea sobrevivir en el cargo", dice el observador del organismo internacional.En el segundo nivel, tiene algunas posibilidades de ser elegido por Aristide el coronel Henri Aubert Marc-Charles, que heredaría al provisional Duperval. Mulato como Cédras. Es carismático y habla bien. Marc-Charles es el protegido de Gladis Gladour, una amiga de Aristide a la que se concede mucha influencia.

Fuentes estadounidenses reconocen que para apuntalar la nueva experiencia democrática es necesaria una profunda reforma de las Fuerzas Armadas, educadas en el atropello de los derechos humanos y en la impunidad. Muchos demócratas piden también un nuevo Ejército. El problema será hacerlo conforme a la Constitución 37 con el apoyo de un Parlamento dividido.

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Ayer, y por segunda vez en tres días, un hombre embistió con un camión a un grupo de manifestantes partidarios de Aristide en la localidad de Miragoane, al oeste del país. Doce manifestantes murieron en el acto al ser arrollados por el vehículo y otros dos perdieron la vida en el hospital poco después. Los vecinos de Miragoane identificaron al conductor como un miembro del Frente Para el Avance y el Progreso en Haití, el temido FRAPH.

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