Escándalo PSV
Desde que estalló el escándalo del PSV, vengo leyendo en la prensa las peticiones de ayuda que lanzan a la Administración (central, autonómica o local) los cooperativistas.La última, en el suplemento El País Madrid del día 27-9-94, en la carta de Francisco José Colado Rodríguez de la sección Cartas al Director.
Yo también soy cooperativista, de una cooperativa que lleva construidos más de 4.400 pisos, la más grande promoción cooperativista de España. Como toda obra humana, Covibar ha tenido fallos, ha cometido errores, pero al final su mejor activo son las 4.400 viviendas entregadas.
¿Cuál es el secreto? Ante todo, nadie se ha llevado el dinero de los cooperativistas y todo lo que hemos dado ha ido destinado a la construcción de las viviendas y otros equipamientos. Hay que suponer, por tanto, cierta honradez en los gestores de la cooperativa, que a su vez eran cooperativistas. Pero también los socios nos hemos preocupado por nuestro dinero, he mos debatido en asambleas lo qué se debía o no debía hacer.
Yo ahora me pregunto: si en Covibar hubiera ocurrido algo parecido a lo ocurrido con el PSV, con el sindicato UGT detrás, ¿hubiera tenido la misma repercusión social? Para mí la respuesta es no.
Señores del PSV, antes de pedir ayuda a las administraciones, exijan a sus gestores que respondan con su patrimonio de su mala gestión. Cuando todos ellos se queden sin un duro o vayan a la cárcel, el resto de los españoles podremos plantearnos echarles una mano. Mientras tanto, muchos tendremos la sensación de que algunos vamos a tener que pagar dos pisos: el suyo y el nuestro.- José Luis Soria Delgado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.