La Policía Fiscal registra las oficinas del grupo de Berlusconi
Agentes de la Policía Fiscal italiana se llevaron en la madrugada de ayer un ordenador y disquetes de las oficinas centrales de Fininvest, el grupo empresarial de Silvio Berlusconi, cumpliendo una orden de registro, que no es el primero que sufre el grupo, emitida tras el interrogatorio de un testigo importante en una investigación que afecta al primer ministro. Los magistrados continuaban su trabajo. Por la noche el presidente de la República, Óscar Luigi Scalfaro, remitió al Consejo Supreior de la Magistratura (CSM) la denuncia presentada el pasado jueves por el Gobierno contra el jefe de los fiscales anticorrupción milaneses.
Al CSM, le corresponde ahora archivar la denuncia o adoptar medidas discipliares, mientras prosigue la dinámica del enfrentamiento abierto entre el Gobierno y la Magistratura, la cual no parece admitir más desenlace plausible que un relevo en la Fiscalía de Milán, la apertura de un sumario contra el jefe de Gobierno o, quizás, una mezcla de estos dos resultados.
El eventual sumario contra Berlusconi dejó ayer de ser un rumor para convertirse en una hipótesis sobre la que especulaban hasta los dirigentes de la mayoría de Gobierno. "Entre Di Pietro o el Gobierno, yo defendería al Gobierno", ha declarado al semanario Panorama, propiedad de Berlusconi, el líder de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, que acaba de superar por primera vez al jefe de Gobierno como líder ideal de la derecha, según un sondeo sobre las preferencias de los italianos.
"La simple apertura de una investigación formal no puede deslegitimar a un presidente del Gobierno elegido democráticamente", añade Fini, confirmando que AN seguirá en el Gabinete incluso si los jueces anuncian diligencias concretas en relación con Berlusconi. "El Gobierno es más sólido que nunca", afirmó anoche.
Silenció de la Liga
Más difícil es prever qué haría la Liga Norte, tercer e indispensable componente de este Gobierno, cuyos principales dirigentes mantuvieron ayer silencio. Tanto la Liga como AN han tenido dificultad para explicar su apoyo a la denuncia del Gobierno contra el fiscal jefe de Milán, Saverio Borrelli, ya que los líderes de estas dos formaciones habían afirmado por igual que sus partidos "no denuncian a los magistrados".En atención a esas posturas, el documento acordado el jueves fue calificado de "carta exposición", aunque su contenido es de denuncia. El ministro portavoz, Giuliano Ferrara, fue, además, obligado a pedir disculpas por haber anticipado el texto de la denuncia al público. También Scalfaro exigió ayer a Berlusconi que confirmara por escrito que la comunicación del Gobierno no era una denuncia penal.
En apoyo de Borrelli acudieron ayer los fiscales de Milán, que se solidarizaron con su jefe. También la Asociación Nacional de Magistrados expresó su solidaridad con sus colegas de Milán, mientras que algunos colegios de abogados terciaban en la pelea para reclamar la separación de la carrera fiscal y judicial.
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