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ELECCIONES VASCAS

Ordenar la diversidad

¿Falta una capitalidad en Euskadi? ¿Cuáles serán los polos de desarrollo en el País Vasco en el siglo XXI? Las directrices de ordenación del territorio (DOT) no son la respuesta a la desvertebración política y social que en los últimos años se constata en las consultas electorales. Pretenden ser una herramienta mucho más ambiciosa. Un trabajo en el que han participado durante cuatro años más de un centenar de profesionales.La tendencia parece clara: el paso de un modelo económico basado en la industria pesada tradicional como motor de la economía a una sociedad posindustrial, con un tejido industrial atomizado en pequeñas y medianas empresas, poco competitivo y que aún no ha puesto en letra grande en sus despachos la máxima "Internacionalizarse o morir".

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Había que dar coherencia a Euskadi y forjar un único territorio con instrumentos que compaginaran la idiosincrasia de los pueblos y provincias que componen el País Vasco con estrategias de innovación e integración europea.

El consejero de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, el socialista José Antonio Maturana, cree que las DOT racionalizarán un territorio de 2,1 millones de habitantes para que sea atractivo a las inversiones de futuro. "Un país en el que las infraestructuras y los servicios respalden la tradicional vocación por el trabajo bien hecho. Un país que permita poner el acento prioritario en el mantenimiento y la generación de empleo", señala en la presentación de las líneas maestras para articular Euskadi.

Los especialistas consideran que el modelo territorial de la comunidad autónoma va a ser "sensiblemente similar al actual". Pero esperan que las DOT sirvan para instaurar lo que Maturana califica de "cultura del territorio". Se quiere aliviar la tensiones de las áreas saturadas, estimular las rurales y potenciar una red equilibrada de ciudades de tamaño medio.

No es fácil descongestionar un Bilbao metropolitano -inmerso en proceso de pérdida progresiva de centralidad en Europa- ni tampoco articular la terciarización de la economía vasca, barnizando todo ello con una "nueva ética respecto del medio ambiente" y con un respeto escrupuloso a las competencias municipales en materia urbanística. Todo eso y meter este barco remozado en el conjunto de regiones que componen el denominado arco atlántico. Todo un reto.

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