Transición pacífica en Cuba

Nueva York - 01 oct 1994 - 00:00CET

El discurso del titular español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, ante la Asamblea General contuvo ayer una novedad. Dedicó, por primera vez, un largo párrafo a Cuba, que pone de relieve hasta qué punto la diplomacia española se está involucrando en intentar fomentar una transición pacífica en la isla caribeña."La delicada situación de Cuba exige un esfuerzo adicional de diálogo y cooperación que permita integrar definitivamente al Gobierno y pueblo cubanos en la actual corriente democrática que impera en el continente", senaló el ministro. "Se deben fomentar soluciones imaginativas entre cubanos, sin exclusiones, que abran nuevos espacios democráticos que conduzcan a una transición pacífica, respetando los derechos humanos, la soberanía nacional y las libertades fundamentales".

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"El Gobierno español, que continúa siendo contrario al embargo impuesto" por EE UU a Cuba, "ve con satisfacción las conversaciones que pueden abordar los temas pendientes entre Washington y La Habana", concluyó.

El canciller cubano, Roberto Robaina, con el que Solana se entrevistó en Nueva York, no le ha hecho, sin embargo, mucho caso. En contra de lo que esperaban los tres disidentes, Ramón Cernuda, Eloy Gutiérrez Menoyo y Alfredo González Durán, con los que se entrevistó a principios de septiembre en Madrid, Robaina no les volvió a recibir en EE UU.

La intenyención del ministro contuvo también la tradicional mención a Gibraltar, que "no es un caso de autodeterminación, sino de restablecimiento de la integridad territorial de España". "Quiero reiterar la firme decisión del Gobierno español de continuar el proceso negociador con el Gobierno del Reino Unido, con ánimo constructivo (...), teniendo debidamente en cuenta los legítimos intereses de la población".

"El Gobierno español expresa, su firme esperanza de que estas negociaciones pongan fin a este anacronismo colonial", concluyó. Desde que empezaron, hace 10 años, las negociaciones no han registrado prácticamente ningún avance de la reivindicación española sobre el Peñón.

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