Tribulaciones en la Seguridad Social
Soy una ciudadana de este país que, para mi desgracia, me veo en la necesidad de ser atendida en lo que hoy se llama Seguridad Social (no creo que éste sea el nombre adecuado).Mis experiencias últimamente en la Ciudad Sanitaria La Paz (tampoco me parece el nombre adecuado) han sido de lo más degradantes, y humillantes que una persona pueda soportar, como relato a continuación:
-Día 12 de abril 1994. Estoy citada a las diez de la mañana, no fui atendida hasta las 12.30; parece ser que ese día sólo había una doctora para tres consultas.
Nueva cita el día 4 de mayo de 1994, a las diez de la mañana, para hacerme una ecografia (para este menester es preciso tener la vejiga llena), se me atendió a las 12.10.
-Día 2 de septiembre de 1994. Vuelven a citarme a las diez de la mañana y, por supuesto, no soy atendida hasta las doce; la misma explicación. Ese día sólo hay un médico para tres consultas.
-Día 12 de septiembre de 1994, a las diez de la mañana, en ayunas, tengo cita para un análisis de sangre; el turno no me llegó hasta las 11.45.
La causa: parece ser que tuvieron doble trabajo; el día 9 de septiembre fue fiesta y las personas que estaban citadas para este día, cuando acudieron al centro se encontraron con las puertas cerradas, nadie se había tomado la molestia de avisarles. Y cuando al fin llega el momento tan esperado de entrar a la consulta, la sensación que percibes es de que no estás siendo atendida correctamente, que la persona que tienes frente a ti pasa de ti y de tus problemas; él sólo viene a pasar el rato, a cobrar a fin de mes y, por supuesto, asistir a congresos, que en sus currículos le quedan muy bien; eso sí, a costa de la Seguridad Social, que pagamos todos.
Tengo la impresión de asistir al desmantelamiento encubierto de la mal llamada Seguridad Social.-
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