Christopher quiere que Cédras se exilie tras el retorno de Aristide
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, marcó ayer distancias con el acuerdo alcanzado en Haití e insistió en que Estados Unidos quiere que los jefes militares haitianos abandonen su país después de que el depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide recupere el poder, lo que está previsto para antes del 15 de octubre.
Después de cinco días sin pronunciarse sobre la gestión conducida por el ex presidente Jimmy Carter, el jefe de la diplomacia norteamericana declaró ayer que, aunque el acuerdo le parece "bien, en conjunto", porque "ha permitido que las tropas norteamericanas lleguen a Haití en un ambiente no hostil", la Administración norteamericana "hubiera preferido" que el general Raoul Cédras y sus dos principales colaboradores se hubieran ido al exilio.Warren Christopher añadió que todavía es probable que eso ocurra. "Yo creo que probablemente se irán después de que Aristide regrese. Creo que eso es lo que va a ocurrir", manifestó el secretario de Estado a la, televisión norteamericana, aunque reconoció que eso no forma parte de los acuerdos firmados por Carter. El general Cédras aseguró el miércoles que no tiene intención de abandonar su país.
El presidente Clinton, por su parte, anunció ayer que se va a aumentar el programa de ayuda alimentaria que se suministra a los haitianos, que se incrementará del millón de comidas al día actuales a 1,3 milones. El primer envío de ayuda humanitaria estadounidense saldrá el próximo lunes hacia haití. Clinton también aseguró que el primer contingente de unos 300 haitianos refugiados en Guantánamo regresará a su país el próximo lunes. "Espero que vuelvan más la próxima semana", agregó.
Entre tanto, el secretario estadounidense de Defensa, William Perry, y el jefe de la Junta de Estado Mayor de EE UU, John Shalikhaslivili, viajaron ayer a Puerto Príncipe para inspeccionar las fuerzas desplegadas en Haití.
Las declaraciones de Christopher, que ha mantenido un difícil pulso con Carter en los últimos días, llegan en medio de intensos rumores sobre la débil posición en que ha quedado el secretario de Estado dentro de la Administración como consecuencia de la crisis de Haití.
Protestas del presidente
El diario The New York Times informaba ayer que la actuación de Christopher ha provocado críticas abiertas en la Casa Blanca, donde el consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, se ha quejado de que Christopher no da una imagen de liderazgo y de consistencia a la política exterior norteamericana.
El mismo diario asegura que el propio presidente Clinton ha protestado en el pasado por algunas misiones conducidas por Christopher, particularmente su viaje a China el pasado mes de marzo, en el que fue humillado diplomáticamente.
Fuentes del Departamento de Estado opinan, no obstante, que la cabeza de su máximo responsable no está en peligro gracias a su estrecha amistad con el presidente. Christopher, de acuerdo a esa versión ' renuncia voluntariamente -y con el consentimiento de Clinton- al protagonismo en algunas labores de política exterior, como Haití y Cuba, para concentrarse en otras que son su especialidad, como Oriente Próximo e Irlanda del Norte.
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