El Alzheimer afecta también a personas menores de 30 años
El Día Mundial del Alzheimer celebrado ayer por primera vez ha servido para recordar los efectos sanitarios y sociales de esta enfermedad de incidencia galopante en todos los países. En España afecta a unos 400.000 enfermos, algunos de ellos menores de 30 años.La incidencia del alzheinier aumenta con la edad, pero también se produce en jóvenes. "En la asociación de Barcelona tienen un enfermo de sólo 20 años y en Madrid, tenemos casos de personas de treinta y tantos", dice Margarita Pardo, miembro de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheinier de Madrid. Una investigación publicada el pasado 16 de septiembre en The Lancet lo confirma. Un grupo de médicos y científicos daneses y estadounidenses han demostrado que el mal de Alzheimer no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Su trabajo se ha centrado en estudiar los cambios en el número de células nerviosas en una parte del cerebro, el hipocampo, donde primero aparecen los trastornos típicos del alzheimer.
Comparando con los cambios que se producen por el envejecimiento natural, encontraron que la mayor destrucción neuronal del alzheimer ocurre en una subregión del hipocampo distinta, lo que le da entidad de enfermedad independiente, con síntomas propios. y sin relación directa con la edad.
Día de 36 horas
Para los familiares de enfermos de alzheimer el día tiene 36 horas. Es una metáfora con la que explican el esfuerzo físico y mental que significa cuidarlos día y noche. "Llega un momento en que el familiar está mas deteriorado que el enfermo", explica Margarita Pardo.El alzheimer constituye hoy la tercera causa de mortalidad en adultos, tras el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que devasta el cerebro. Los enfermos terminan por no identificar a sus familiares más queridos y ni siquiera su propia imagen en el espejo.
Los primeros síntomas se caracterizan por la pérdida de la memoria, desorientación en el tiempo y en el espacio e incapacidad para el pensamiento abstracto. Progresivamente aparecen cambios en el comportamiento y la personalidad, hasta el punto de que algunos enfermos se vuelven muy agresivos. Su origen es aún desconocido y, desgraciadamente, no tiene cura.
"Necesitamos ayuda", insiste Margarita Pardo. "En mi caso somos tres personas para atender a mi madre. Necesitamos centros de día para los casos incipientes, ya que mediante ejercicios y algún tipo de gimnasia, se puede hacer que la enfermedad progrese más lentamente. Y también precisamos subvenciones para tener ayuda en las casas que es donde mejor están los enfermos ancianos porque lo que más necesitan es cariño".
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