El paro desciende, en la Unión Europea por vez primera en los últimos cuatro años
El desempleo alcanzó el 10,8% de la población activa en el conjunto de los doce Estados miembros de la Unión Europea durante el mes de julio pasado, según cifras hechas públicas ayer por Eurostat. Ello supone un descenso de una décima respecto al anterior. Pero más importante que la cantidad de la reducción es el inicio de cambio de tendencia que ello supone. En efecto, este descenso del paro se produce después de cuatro años de aumento ininterrumpido y algunos meses de estabilidad durante la pasada primavera. Por países, diez de los Doce registraron un descenso del paro. Dinamarca, con un aumento del 10,4% al 10,6%; y Holanda, con un incremento del 9.7% al 9,8% constituyen las excepciones a la regla. Los segmentos sociales que más han notado la reducción del desempleo han sido las mujeres -él número de desempleadas ha descendido desde el 12,8% al 12,4%- y los jóvenes menores de 25 años (del 19,9% al 19,60/6). Bélgica y España son los países en que más significativamente se ha reducido el desempleo juvenil. En España pasó del 36,6% al 35,3%, lo que confirma una línea sostenida de reducción desde febrero de 1992, en que el paro juvenil alcanzaba el 39%.
Para aumentar la creación de empleo y reforzar el actual crecimiento `económico, la Comisión Europea aprobó ayer una comunicación al Consejo y al Parlamento sobre competitividad industrial. "Lo que proponemos", afirmó el comisario de Política Industrial, el alemán Martin Bangemann "es una auténtica política de competitividad industrial para la Unión Europea". El documento parte de la idea de que las ventajas comparativas de la industria europea son, sobre todo, de carácter "inmaterial". Para sacar el máximo partido de las mismas se propone: priorizar la inversión inmaterial (políticas de apoyo a la formación y a la inversión), mediante, por ejemplo, exenciones fiscales a los gastos de formación de los particulares; concertar las necesidades de la investigación y la industria; proteger la propiedad intelectual, especialmente contra las falsificaciones; y facilitar a las pymes la utilización de nuevas tecnologías. El documento subraya que la competetividad europea ha aumentado en los últimos años: el déficit comercial de la UE con los EE UU se ha reducido -un 90% entre 1991 y 1993 (de 21.000 a 2.000 millones de ecus), y las empresas han saneado sus estructuras financieras. Pero recuerda la competencia internacional creciente y los puntos débiles de la industria europea.
