La ONU consigue el consenso mundial para su plan de controlar la explosión demográfica
30 países, entre ellos el Vaticano, oponen reservas a algún apartado del documento
ANA CAMACHO ENVIADA ESPECIAL, Los 182 países participantes en la cumbre sobre población y desarrollo aprobaron ayer en pleno el plan de acción redactado por la ONU para frenar el crecimiento de la población en los próximos 20 años. Una treintena de países, sin embargo, opusieron sus objeciones a los apartados más polémicos -los derechos reproductivos y el aborto-. Los delegados más pesimistas creen que el texto de la ONU ha quedado muy edulcorado, que las religiones han ganado la batalla y que el respeto a la tradición, introducido el último día, da carta blanca a muchos abusos. Los más optimistas destacaron el consenso planetario logrado y el hecho de que la planificación familiar sea un principio ya asumido cuya necesidad nadie discute.
"Nunca había visto un parto tan difícil", bromeó el ministro egipcio de Población, Maher Mahran, ginecólogo de profesión. Su colega paquistaní Nafis Sadik, presidenta del Fondo de Población de la ONU y secretaria de esta conferencia, estaba exultante: "Deseo que este plan de acción aprobado pueda cambiar el mundo".El vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, calificó. el resultado de la cumbre de "éxito formidable". "Es el mejor de los documentos que podíamos conseguir", declararon los portavoces de la Unión Europea, que consideran que las concesiones realizadas para lograr el consenso han valido la pena.
Del llamado Plan de Acción aprobado ayer y contenido en un documento de 113 folios, depende, según la ONU, que en el año 2000 vivamos en el planeta 7.270 millones de seres humanos; unos 600 millones menos de lo que sería si no se pusieron los medios adecuados.
El programa de acción propuesto y aprobado por la conferencia propone políticas para estabilizar el crecimiento demográfico, facilitando el acceso de métodos de planificación familiar a todo el que desee limitar el tamaño de su familia, y promocionando la autonomía e igualdad de la mujer, lo que esta cumbre, a tenor de los debates habidos, considera ya indiscutible.
La ONU cree que hay que concentrarse en los países del Tercer Mundo, donde se está produciendo el 94% del aumento demográfico.
El 'chapeau'
El éxito de la conferencia lo ha marcado también, según muchos observadores, la postura final del Vaticano. Por primera vez en la corta historia de las conferencias sobre población y desarrollo, este pequeño pero influyente Estado se unió, en contra de lo esperado, al consenso mundial, aunque muchos vieron la inédita adhesión como el premio. de consolación a las numerosas concesiones realizadas por los países más progresistas para poder obtener su consenso y, también, el de los países musulmanes. Cuatro de ellos -Sudán, Líbano, Arabia Saudí e Irak- alertaron sobre los posibles problemas de la reunión al retirar su participación antes del comienzo de la misma.
Con tales concesiones se esfumaron definiciones de la familia o la defensa de los derechos sexuales para los adolescentes. Pero la más importante sería la primacía dada al respeto de los principios religiosos, éticos-culturales y tradicionales plasmada en el texto, a petición de los musulmanes, acogida con las protestas de los países desarrollados.
Muchos países musulmanes advirtieron ayer que aceptaban todo el documento, pero que lo aplicarán siempre de acuerdo a este principio conseguido en el último momento y que se ha bautizado en El Cairo como el chapeau (sombrero).
Este párrafo, que no constaba en el texto original, remite en el capítulo 2 "la aplicación de las recomendaciones", al derecho soberano de cada país "en conformidad con las leyes nacionales y las prioridades del desarrollo, en el mayor de los respetos de los diferentes valores religiosos, éticos y culturales... y conforme a los principios de los derechos universalmente reconocidos". Muchos creen que el chapeau exime de cumplir cualquier otro principio contenido en el documento.
"Por primera vez en una conferencia internacional, los valores religiosos y éticos han sido integrados en pie de igualdad con los derechos humanos", dijo en su intervención el representante griego.
Pero lo que para él suponía el reflejo de la vuelta al "refugio de los valores" provocada por la disipación de la era actual, era criticado por otros delegados que consideran que la vinculación del programa al respeto de los principios religiosos es una peligrosa arma para rebajar la filosofía del texto de la ONU, en manos de los gobiernos musulmanes, que no distinguen entre espiritualidad y secularidad.
Los dos bloques
A pesar de los cambios y novedades introducidos en el documento que la ONU presentó en El Cairo, una treintena de países expusieron ayer, como el Vaticano, reservas parciales al mismo.
Las objeciones que constaron en el último plenario de ayer se concentraron en dos focos, el de las referencias tachadas como un estímulo a las prácticas homosexuales y la sexualidad al margen del matrimonio y, por otro lado, las alusiones que encendieron el debate sobre el aborto.
Los países musulmanes liderados por Egipto, Irán, Pakistán e Indonesia formaron el grueso del grupo de los que, sin renunciar adherirse al programa de acción, no aceptan determinados puntos del capítulo de los derechos reproductivos por un supuesto apoyo a las parejas homosexuales y a las relaciones sexuales extramatrimoniales.
A pesar de las numerosas coincidencias que han unido durante los debates a vaticanistas y musulmanes, los países islámicos apenas han hecho constar reservas sobre las referencias al aborto, ya que su religión lo admite en el caso de peligro para la madre. El Vaticano y muchos países católicos de su órbita han firmado, fundamentalmente, contra el apartado dedicado al aborto a pesar de los cambios introducidos en el documento original de la ONU.
En total, 32 son los países que han expresado reservas a partes del documento. Son: Irán, Paquistán, Libia, Yemen, Argelia, Argentina, Siria, El Salvador, Malta, Kuwait, Egipto, Afganistán, Jordania, Indonesia, Perú, Ecuador, Malaisia, República Dominicana, El Vaticano, Maldivias, Yibuti, Túnez, Emiratos Árabes, Colombia, Zimbabue, Costa de Marfil, Senegal, Filipinas, Australia, Venezuela, Nicaragua y Honduras.
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