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Serra defiende los pactos parlamentarios con CiU porque "benefician a todos los españoles"

Anabel Díez

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, transmitió ayer a los diputados y senadores socialistas la nueva línea estratégica de actuación, que tiene como fondo el programa electoral del 6 de junio de 1993, pero explicado con profusión. Serra dejó claro que sus socios, hasta que termine la legislatura, seguirán siendo los nacionalistas de Convergència i Unió (CIU), de quienes dijo que, "mal que les pese a algunos" son quienes dan estabilidad al Gobierno, y de su colaboración se benefician "todos los españoles". Aun así, dejó clara la necesidad de que "todos los acuerdos con CiU sean públicos".

La reunión del vicepresidente del Gobierno con los diputados y senadores del PSOE se prolongó algo más de tres horas, ya que fueron muchos parlamentarios los interesados en conocer cómo se traduce aquello de "nueva forma de hacer política" pero sin cambiar los contenidos.Flanqueado por los dirigentes del PSOE Joaquín Almunia, presidente del Grupo Socialista, Txiki Benegas, secretario de relaciones políticas, y Ciprià Ciscar, secretario de organización, Serra, a pesar de que padecía una fuerte afonía, se mostró muy brioso y lleno de ánimo respecto a las posibilidades de futuro. Según dijo, ha sido un acierto que no se tomaran medidas antes del verano como consecuencia del pésimo resultado de las europeas y andaluzas del 12 de junio, porque, ante la gravedad de la situación, no cabían "tacticismos", sino reflexiones de fondo.

En este punto entró a la discusión especialmente el diputado de la corriente Izquierda Socialista Manuel de la Rocha, que en absoluto consideraba movimientos tácticos un cambio de Gobierno, la presentación de la cuestión de confianza o incluso el adelanto de unas elecciones legislativas, posibilidades solicitadas por amplios sectores del PSOE y rechazadas por su secretario general, Felipe González. A juicio de De la Rocha, parece que se han olvidado los resultados del 12 de junio.

Serra no vio las cosas de esta manera, sino que consideró de gran importancia la acción política emprendida por el Gobierno y citó como ejemplo las cuestiones que tienen que ser cerradas antes de 20 días: Presupuestos del Estado, acuerdo autonómico, pacto antiterrorista, vacantes institucionales (Defensor del Pueblo, Consejo General del Poder Judicial, Consejo de Administración de RTVE y Consejo de Universidades) y acuerdos parciales con los sindicatos.

Acuerdos públicos

Si del Gobierno depende, hasta el final de la legislatura el socio será la formación que dirige Jordi Pujol. El vicepresidente no ocultó que la imagen de sus relaciones con Convergència i Unió no es precisamente positiva, ni para el Gobierno socialista ni para los nacionalistas en el resto de España, por lo que aseguró que "todos los acuerdos con CiU serán hechos públicos". De esta manera el Gobierno tratará de atenuar la impresión de que existen contrapartidas ocultas e inconfesables para los catalanes.

El número dos del Gobierno reconoció, en la reunión a puerta cerrada, que, a la vez que negocia los presupuestos, el Gobierno lleva una discusión paralela con sus socios nacionalistas, que afecta en exclusiva, esta vez sí, a Cataluña. "Estamos haciendo un debate sereno y equilibrado sobre el Estatuto de Autonomía catalán que también incluye todo el apartado de orden público", dijo Serra, según fuentes parlamentarias. Respecto al modelo autonómico, el vicepresidente recalcó que nunca se podrá decir que está cerrado del todo, porque siempre deberán existir resquicios para la flexibilidad.

La intervención de Serra, según algunos de los asistentes, tuvo características muy diferentes a anteriores comparecencias, ya que se extendió en defender "los principios del socialismo democrático" y las diferencias que tienen que observar los socialistas en relación a los conservadores.

"Los socialistas no sólo estamos aquí para gestionar, sino también para transformar la realidad", aseguran que dijo Serra,v que fue incluso algo más allá. "En periodos de incertidumbre es necesario conectar con los principios ideológicos y consolidar las conquistas sociales", afirmó, para satisfacción del ala más a la izquierda del PSOE.

Lo que llaman ahora en el PSOE y en el Gobierno "nuevo estilo" parece que tiene que ver con un cambio de lenguaje, más cercano a los ciudadanos y superando "el discurso sólo de la gestión", según atribuyen a Serra. Todo esto, afirmó, resultará inútil si el partido socialista no está unido y cohesionado.

El ex ministro de Obras Públicas Javier Sáenz de Cosculluela señaló que hubiera habido más cohesión interna si hace tan sólo una semana la dirección del grupo parlamentario se hubiera formado con todos los sectores. El ex presidente del grupo Eduardo Martín Toval preguntó a Serra si cohesión quería decir "tragar" sin rechistar con la propuesta que sólo haga una parte.

Varios asistentes a la reunión destacan "el interesante" intercambio de opiniones entre Martín Toval y Narcís Serra sobre el asunto.

Otros intervinientes, como José Barrionuevo, Ana Balletbó, Fernando Gimeno, Luis Yáñez, Demetrio Madrid y Alfonso Perales, afrontaron otros temas como la corrupción, el excesivo peso de los impuestos sobre capas sociales poco favorecidas, según José Barrionuevo, y cierta crítica a las privatizaciones de algunas empresas públicas, en voz de Manuel de la Rocha.

Pérez Mariño pide una investigación sobre el patrimonio de Conde Duque

El diputado del grupo socialista Ventura Pérez Mariño, ex juez que fue elegido en las listas del PSOE como independiente, pidió ayer a su grupo y al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, que la propia Administración abra una investigación interna sobre el patrimonio del ex director general de la Policía Carlos Conde Duque. Ninguna autoridad socialista, ni el propio Serra, le respondió.

Las reflexiones de Pérez Mariño sobre la corrupción en general tampoco obtuvieron respuesta por parte de sus compañeros parlamentarios. El diputado independiente se hizo eco de las informaciones publicadas por EL PAÍS y consideró especialmente desafortunado que Conde Duque declare que él de los fondos reservados no habla.

El diputado del grupo, socialista, portavoz de la comisión de Justicia e Interior, pidió a Serra y a sus compañeros que de una vez por todas sean ellos quienes tomen la iniciativa en materia de corrupción y no esperen a que los medios de comunicación digan lo que tienen qué hacer.

Según su punto de vista, la Administración debe abrir de inmediato una investigación interna sobre Conde Duque, para conocer exactamente cuál es el origen de su patrimonio. Asimismo considera imprescindible que se haga lo mismo en relación con el posible reparto entre altos cargos de Interior de los fondos reservados. Conde Duque declaró ayer que no piensa dimitir.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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