Hamás asesina a dos israelíes en Tel Aviv en represalia por la matanza de Hebrón

Extremistas palestinos se atribuyeron ayer el asesinato de dos jóvenes obreros israelíes el viernes en un edificio en construcción en las afueras de Tel Aviv. Un comunicado firmado por el Movimiento de la Resistencia Islámica, o Hamás, dijo que miembros de su brazo armado, las Brigadas Ezzedín Al Kassám, atacaron a puñaladas a los israelíes para vengar la sangre de decenas de palestinos abatidos a tiros durante la matanza de Hebrón, hace seis meses.El comunicado, leído por teléfono a la radio israelí, anunció que antes de fin de año Hamás cometerá por lo menos otros dos atentados. "Nuestros leones acuchillaron a los israelíes hasta matarlos", se decía en el comunicado. Para demostrar su identidad, añadió que la policía encontraría en el lugar una cajetilla de tabaco con la inscripción "Unidad Secreta 19 de Hamás".

La policía identificó a las víctimas como Gil Rezach, de 22 años; y Slilomo Kapach, de 24, que trabajaban en la instalación de ascensores en un bloque de apartamentos de Ram1e. Los familiares de ambos habían alertado a la policía tras su desaparición el viernes por la noche. Ayer, cuando la policía descubrió los cadáveres, resultó evidente que los asesinos buscaban darle el ángulo mas truculento al ataque. Los israelíes habían sido apuñalados innumerables veces, muchas más de las necesarias para acabar con sus vidas.

Protestas contra Rabin

El doble asesinato desencadenó enardecidas protestas contra el Gobierno del primer ministro laborista Isaac Rabin, que está tratando de poner en marcha la ampliación de la autonomía palestina a Cisjordania de conformidad al acuerdo de paz firmado con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) hace casi un año. La oposición acusó a Rabin de "liberar a terroristas"El atentado ocasionó llamamientos para el cierre de la franja de Gaza a fin de impedir el tránsito a Israel de obreros palestinos que trabajan en la industria de la construcción y la agricultura.

Según la radio israelí, la policía detuvo a decenas de árabes de Gaza que se encontraban trabajando ilegalmente en Israel, pero aparentemente no ha dado con los autores del doble asesinato ni ha arrestado a sospechosos de pertenecer al Hamás. El nuevo episodio de sangre ocurre en un momento políticamente precario para el líder palestinó, Yasir Arafat, que ayer se hallaba bajo considerable presión israelí para desmantelar el Hamás en su bastión de Gaza.

Tras una emboscada que dejó un saldo de dos israelíes muertos a mediados de este mes, Arafat arrestó a unos 40 militantes islámicos pero rápidamente se vió obligado a ponerlos en libertad cuando el Hamás lo acusó de actuar como "policía de Israel" y amenazó con tomar "serias medidas". El comandante de la plaza militar israelí en Gaza, el general Doron Almog, declaró hace dos días que sus soldados podrían internarse en los territorios autónomos palestinos para detener a sospechosos. "si se produce una escalada del ataques y la policía palestina no resuleve el problema, vamos a tener que considerar la reinstitución de nuestro viejo modelo de acción", declaró Almog. "Es decir, operaciones de búsqueda y captura dentro de las áreas autónomas, con o sin consentimiento de la Autoridad Palestina", dijo.