El ministro uruguayo del Interior: "Nada nos hará cambiar de opinión"

"La decisión del Gobierno uruguayo de cumplir con la extradición ordenada por la justicia es irreversible y nada nos hará cambiar de opinión". El ministro del Interior de dicho país, Ángel Gianola, zanjó así cualquier duda tras los enfrentamientos de ayer, aunque tuvo que reconocer que la situación "es grave". Gianola confirmó que los etarras serán trasladados "tan pronto como el avión español esté en condiciones de despegar. El estado de salud de los detenidos es precario pero están en condiciones físicas de ser trasladados".Un Boeing-707 del Grupo 45 del Ejército del Aire, que salió ayer de Torrejón de Ardoz (Madrid) llegó a la base militar de Carrasco, a 10 kilómetros de Montevideo, a las 19.00 (medianoche en Madrid) para repatriar a los tres etarras. Además de la tripulación militar, viajan a bordo funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y un equipo médico.

Los incidentes han hecho cambiar los planes para el traslado de los etarras Jesús Goitia, Luis María Lizarralde y Miguel Ibáñez Oteiza. Así, primero serán llevados en ambulancias blindadas a un hospital cercano, que dispone de helipuerto, y desde allí en helicóptero a la base de Carrasco.

Por otra parte, el Ministerio del Interior español puso ayer protección policial al embajador de Uruguay en Madrid, Julio Eduardo Aznárez, después de que denunciase haber recibido amenazas de muerte. Los diputados autonómicos de HB Tasio Erkizia y Gorka Martínez, que visitaron ayer la Embajada, s e desmarcaron de las amenazas, pero sin condenarlas.

El embajador uruguayo se entrevistó por la mañana con un responsable de Exteriores para denunciar las amenazas de que fue objeto el día anterior. El encargado de negocios de la Embajada, Juan José Arteaga, confirmó a Efe que un comunicante anónimo llamó el martes a la sede diplomática para advertir que, "si se entrega a los tres etarras a España, el embajador es hombre muerto". Se recibió otra llamada similar en el consulado en Barcelona.

Fue el encargado de negocios quien recibió a los diputados de HB, aunque el embajador estuvo casi todo el día en el edificio. Tras la visita, Erkizia y Martínez declararon que las amenazas "no tienen absolutamente ningún sentido, ya que la responsabilidad [de las extradiciones] no es de los diplomáticos uruguayos en el Estado español". Además sugirieron que el origen de la amenaza está en el Ministerio del Interior y evitaron condenarla.