Tercer atentado del 'comando Vizcaya' en menos de 15 días
Desde que la policía descubrió la llegada a Vizcaya en el verano de 1993 del liberado de ETA José Luis Martín Carmona, Koldo, este terrorista ha dedicado todos sus esfuerzos a recomponer la infraestructura del comando Vizcaya. Utilizando parte de la red de colaboradores que quedó intacta tras la desarticulación del grupo y la huida de Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, en mayo de 1992, Martín Carmona, de 28 años, ha convertido al actual comando Vizcaya en uno de los más activos de la banda.La policía sospecha que colaboran con él una mujer y otro hombre. La identidad de ambos no está plenamente confirmada, pero se cree que son Garbiñe López Gorrotxategi, Nikolasa, cuya primera acción fue el asesinato del sargento mayor de la Ertzaintza, Joseba Goikoetxea, y Jon Bienzobas Arretxe, Karaka, un etarra que logró huir de un enfrentamiento con la policía en 1990. Martín Carmona ha conseguido reconstruir no sólo el grupo de liberados, sino toda una red de colaboradores de apoyo que la policía cifra en unas 30 personas.
El atentado de ayer confirma al comando Vizcaya como uno de los más activos de la banda en los últimos meses. Éste es el tercer atentado que comete en apenas 12 días con un resultado de dos muertos. El pasado día 9, dos hombres asesinaron de un tiro en la cabeza a José Antonio Díaz Losada, un albañil de 29 años con antecedentes por tráfico de drogas, a la puerta de su casa en el barrio bilbaíno de Rekalde. Dos días después, los activistas -dos hombres y una mujer- dispararon con armas largas sobre la garita de vigilancia de la Guardia Civil en las instalaciones del canal de Deusto, sin causar heridos, y abandonaron a renglón seguido su coche cargado con una bomba en el centro de Bilbao. El artefacto pudo ser desactivado.
El asesinato de ayer se produce apenas un día después del inicio de la Aste Nagusia (Semana Grande) de Bilbao y en medio de un clima de hostigamiento de los radicales de KAS hacia la Ertzaintza. El mismo sábado que comenzaban las fiestas bilbaínas, la policía vasca desactivó una bomba con más de cinco kilos de explosivo metida en una bolsa que unos trabajadores del servicio de basuras de Basauri, localidad colindante con Bilbao, recogieron por error. La policía sospecha que ETA iba a estallarla al paso de un vehículo policial.
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