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Un residente en Ucrania es el otro español detenido por tráfico de plutonio

La policía alemana ha pedido la colaboración de la Interpol y del Gobierno de Madrid para localizar al ciudadano español relacionado con el caso de contrabando de plutonio de Múnich que está, huido. Este español, que no ha sido identificado, podría encontrarse en Francia. La policía investiga su relación con el grupo que fue desarticulado y en el que figuran otros dos españoles y un colombiano. El segundo español detenido es el constructor navarro Julio Oroz Eguía, que residía en Ucrania desde febrero con un contrato para comercializar cemento.

Julio Oroz Eguía, de 49 años, es constructor y vecino de Irurita, en el Valle de Baztán (Navarra), aunque poco se sabe allí de él. Casado y con dos hijos, se trata de un hombre muy reservado que apenas tenía trato con los vecinos y que viajaba con frecuencia. Hace cuatro años se separó de su familia.En 1986, los problemas financieros le impidieron terminar una urbanización de casas unifamiliares en Cizur Menor. Parecidos problemas tuvo con otras construcciones en Aezko. A finales de los ochenta abandonó la construcción, dejando un rosario de reclamaciones a sus espaldas. Mientras su mujer trabajaba como empleada de hogar, parece que Oroz se lanzó en busca de nuevas aventuras. Quienes le conocen aseguran que no está capacitado ni tiene preparación para dirigir ninguna red de tráfico de plutonio. Como mucho, afirman, podría ser un correo.

Javier Bengoechea Garmendia, hijo del empresario vasco detenido en Alemania por su supuesta participación en el tráfico de plutonio, no negó ayer que su padre pudiese estar relacionado con el contrabando de material radiactivo. "Yo no voy a negar que mi padre esté relacionado con el plutonio, lo que es cierto es que no tiene nada que ver con el narcotráfico", indicó. Uno de los tres hijos que comparecieron ayer en rueda de prensa en San Sebastián no descartó que su padre, a causa de las circunstancias económicas adversas por las que ha atravesado en los últimos años, se haya podido relacionar "con malas compañías".Javier Bengoechea Garmendia negó cualquier posible vinculación de su padre con el tráfico de estupefacientes. "Mi padre no es ningún narcotraficante ni ningún cabecilla de nada. No voy a negar que el asunto de Alemania es grave y que ha podido cometer una locura, no lo sé", declaró.

Por otra parte, la fiscalía de Múnich ha levantado la orden de incomunicación que pesaba sobre los dos españoles detenidos, el empresario donostiarrra Javier Bengoechea Arratíbel y el constructor navarro Julio Oroz Eguía, y ha permitido a las autoridades consulares españolas en Múnich que les visitaran. Un portavoz de la fiscalía ha manifestado que, de ser hallados culpables, los dos españoles podrían hacer frente a una pena de cárcel de 10 años.

El ministro del Interior de Baviera, Günter Beckstein, de la Unión Social Cristiana (CSU), ha exigido que se establezca una pena de cadena perpetua para los implicados en casos de contrabando con material radiactivo.

Las autoridades alemanas han confirmado el descubrimiento de un nuevo caso de contrabando de plutonio 239 y la detención de una persona, de nacionalidad alemana, en la ciudad de Bremen, al norte del país.

La policía española ha recibido una petición de colaboración por parte de la policía alemana "que se está cumplimentando en estos momentos", según dijo ayer en Madrid un portavoz del Ministerio del Interior.

La Oficina de Información Diplomática (OID) indicó que dos funcionarios españoles se entrevistaron a mediodía de ayer con Bengoechea y Oroz en la prisión de Múnich, para ofrecerles asistencia de un abogado, si aún no la tuvieran, y ayuda consular. Según la comunicación de Bonn, los españoles están acusados de violar la legislación de tráfico de armas.

Negocios de desguace

Los familiares de Javier Bengoechea Arratíbel aseguraron ayer que se marchó de San Sebastián entre el 10 y el 14 de julio para intentar negociar un asunto de desguace de helicópteros de Rusia. El negocio, según los hijos, fue tramitado por el empresario ucranio Mark Blinder, afincado en Irún y con el que llevaba trabajando desde hace un año. Blinder negó ayer la existencia de cualquier relación laboral con Bengoechea. Blinder es el director general de la empresa Intercom Impex S. L., de Irún, dedicada a la exportación de productos entre España y Rusia.Bengoechea Arratíbel, de 59 años y vecino de San Sebastián, ha montado varios negocios en su vida desde que hace 30 años fundara la empresa Grúas Bengo S. A. Después participó en industrias de desguace y chatarra en Pensilvania (EE UU), Marruecos y Escocia, "sin demasiada suerte', indicó uno de sus hijos.

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