La policía alemana se moviliza para evitar la conmemoración de la muerte de Rudolf Hess
La policía alemana ha dispuesto un operativo especial para impedir que grupos neofascistas conmemoren hoy el séptimo aniversario de la muerte del lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess. El Gobierno federal ha, puesto a la Guardia de Fronteras a disposición de los diversos Estados, de los que depende directamente la policía, para evitar que los ultraderechistas puedan acceder a las localidades donde están convocadas más de 30 manifestaciones, todas ellas prohibidas.La ayuda federal incluye helicópteros para vigilancia y fuerzas especiales de intervención para controlar los enfrentamientos que se puedan producir. La ministra federal de Justicia, Sabine Leutheusser-Sclhnarrenberger, ha exhortado a todos los alemanes para que se movilicen e impidan que "el fantasma marrón [en referencia al color que identificaba a los nazis] marche de nuevo sobre suelo alemán".
La muerte de Rudolf Hess, que se suicidó el 17 de agosto de 1987 en la cárcel de Spandau (Berlín), donde cumplía una condena de cadena perpetua por crímenes de guerra dictada en los juicios de Nuremberg, es utilizada cada año por grupos ultraderechistas para salir a la calle.
En ocasiones anteriores, los neonazis convocaban también gran número de concentraciones para despistar a las autoridades, y se manifestaban luego en un único lugar que sólo daban a conocer a sus militantes.
Este año, según informes de los servicios de contraespionaje, podrían intentar reventar una manifestación antifascista que está convocada en la localidad de Rudolstadt, al este del país. Las autoridades han previsto separar a los manifestantes de uno y otro signo, en caso de que los neonazis acudan a Rudolstadt, y han pedido a los ciudadanos que "comprendan la actitud de los policías que se puedan ver forzados a proteger a los militantes fascistas".
El Tribunal Administrativo de Stuttgart había autorizado ayer la celebración de dos concentraciones convocadas por el Partido Nacional Democrático Alemán (NDP) alegando que "no hay motivos para la prohibición de de las manifestaciones". Una decisión sorpredente puesto que el NDP está catalogado por los servicios de seguridad del Estado como "una organización extremista que incita al racismo y al antisemitismo". Sin embargo, el Tribunal Administrativo de Mannheim aceptó una apelación y prohibió anoche las dos concentraciones neonazis, previamente autorizadas.
Una sentencia vergonzosa
El aniversario de la muerte de Rudolf Hess coincide este año con la gran polémica desatada a raíz de la publicación del texto íntegro de la sentencia contra el autoproclamado líder NDP, Günter Deckert, que fue condenado a un año de cárcel, con suspensión de la pena, por un delito de instigación a la xenofobia al negar la veracidad del Holocausto.El canciller Helmut Kohl, de vacaciones en Austria, notablemente irritado, declaró ayer al diario alemán Bild que la decisión de suspender la pena contra Deckert "es simplemente una vergüenza, una decisión inaceptable que supera lo soportable y que hace daño a la imagen exterior de Alemania".
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