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"Si Israel nos humilla, la violencia resurgirá"

"¡Ya basta! Mi optimismo se ha agotado; estoy desesperado", exclama Yasir Arafat en su despacho de Gaza, una pequeña habitación sin aire acondicionado, durante una entrevista concedida hace días al diario israelí Ha'aretz. El presidente palestino se halla frustrado ante lo que considera el boicoteo israelí de los acuerdos con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y, desde el fondo de su amargura, lanza una advertencia: si la autonomía palestina no adquiere contenido, será imposible contener el estallido de la violencia."Cada día surgen problemas nuevos con los israelíes: en el paso fronterizo de Gaza, en el enclave autónomo palestino de Jericó... y los aviones de combate israelíes sobrevuelan Gaza sin cesar. ¿Tienen que entrenarse precisamente sobre estos 360 kilómetros cuadrados? ¡Es una violación de los acuerdos de paz!", exclama Arafat.

"Es preciso dar el toque de alarma; que los israelíes se convenzan de que la situación no puede continuar así, ni las condiciones que se viven en las zonas de autogobierno palestinas, ni las maniobras políticas que se suceden a nuestro alrededor", señala. "¿Se acuerdan del violento estallido del mes pasado en la localidad de Erez? Los incidentes se repetirán y la violencia estallará de nuevo. Israel cometerá un grave error si desoye mi advertencia".

"Mi paciencia tiene un límite", afirma repetidamente al describir las "humillaciones" que dice haber sufrido por parte de Israel, en especial del servicio secreto israelí, el Shin Beth. "Estoy seguro de que el Shin Beth ha recibido órdenes' de sabotear la autonomía palestina; eso, o bien se rebelan contra sus . propios dirigentes, los que firmaron el acuerdo con nosotros", dice Arafat.

"¿Qué sucede con los impuestos pagados por los palestinos y retenidos por Israel?", se pregunta Arafat; "aún no hemos recibido nada. ¿Cómo debemos interpretar eso? ¡Es una conspiración contra nosotros, una conspiración! Díganme cómo voy a pagar a mis funcionarios o a los policías palestinos. Y el Banco Mundial se niega a transferirnos fondos. Aún no hemos recibido nada de ellos y ya dudan de nuestra credibilidad. Cada día me pregunto, ¿cómo voy a seguir así?".

La entrevista se desarrolla en una habitación que parece un refugio al lado de los estudios de televisión palestina, un pequeño edificio de Gaza que carece de electricidad y, por tanto, de refrigeración. "Los franceses nos dieron equipos de radiotelevisión nuevos, pero están retenidos en la aduana israelí" comenta uno de los colaboradores del líder palestino.

Hay una conspiración" repite Arafat. "Por ejemplo", explica, "España nos regaló hace poco 50 motocicletas para uso policial.Las motocicletas estuvieron cinco días retenidas en la terminal de Rafiá y luego me enteré de que todas las piezas de repuesto y herramientas que iban con ellas habían desaparecido. ¿Quién las robó? Los responsables de la terminal".

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El acuerdo de paz jordano-israelí firmado en Washington el mes pasado entre el primer ministro Isaac: Rabin y el rey Hussein despierta también el recelo del líder palestino. "¿Acaso Rabin piensa que puede fomentar un conflicto entre nosotros y los jordanos? Él mismo indicó que así era. ¿Es que eso beneficia a la paz? ¿Acaso no firmamos un acuerdo valiente? ¿Y para qué, si los israelíes iban a romperlo?"'

Arafat se niega a decir si se entrevistará con el rey Hussein en caso de que éste viaje a Jerusalén. "Los israelíes no tienen derecho a invitar a Hussein a Jerusalén; Rabin sabe que yo soy el único que tiene ese derecho. Si Hussein viene, que venga, pero su viaje es una violación del acuerdo de paz".

El presidente palestino se queja también de las limitaciones que los israelíes imponen a sus movimientos. Yo, el presidente de Palestina, no puedo ir de Gaza a Jericó. La última vez tuve que hacerlo en el avión. personal del presidente egipcio. ¿Es razonable que tenga que pedir permiso para ir a Jericó?"

"Se lo digo de nuevo" concluye Arafat: "Mi paciencia tiene un límite. El momento de la ver dad se acerca y no hago más que advertirlo. Cada vez me resulta más dificil seguir con esta situación y el estallido puede llegar en cualquier momento. Israel nos humilla cada día y cada día es peor que el anterior".

R World Media / EL PAÍS.

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