Balaguer busca la concertación para aplacar la ira de la oposición dominicana
ENVIADA ESPECIALUn día después de que se le declarase oficialmente ganador de los discutidos comicios del pasado 16 de mayo, el presidente dominicano, Joaquín Balaguer, trabaja ya en la formación de un gabinete de concertación que ahuyente la crisis poselectoral que ha paralizado al país durante dos meses y medio.
Los dos partidos de la oposición liberal, con escaso peso en las urnas, se han mostrado abiertos a la concertación, postura que Balaguer aprovechará para aislar a su máximo oponente, el socialdemócrata José Francisco Peña, cuyo partido, el Revolucionario Dominicano (PRD) ha convocado una huelga general para los días 15 y 16 de agosto; coincidiendo con la toma de posesión de Balaguer.
El aislamiento, en todo caso, sería institucional, puesto que Peña, según los cómputos oficiales, se ha quedado a 22.000 votos de la presidencia (menos del 1% de los sufragios) y el PRD controla 15 de los 30 escaños del Senado.
El nuevo gobierno de Balaguer, en todo caso, tendrá un aire más renovador que haga posible el consenso político para reformar la Constitución. El mandatario, que, a punto de cumplir 88 años se encamina a su sexto periodo presidencial, se ha declarado dispuesto a promover una modificación constitucional que permitiera la celebración de nuevos comicios en el plazo de dos años y "la prohibición de la reelección por dos períodos consecutivos".
Llamadas a la calma
Peña, que se adjudica el triunfo en unas elecciones marcadas por las irregularidades, está en una posición incómoda. Sus seguido res le recuerdan las fogosas de claraciones que hizo durante la campaña, según las cuales el PRD "nunca toleraría hechos como los ocurridos en las elecciones de 1990, cuando el hasta entonces alter ego de Balaguer en la oposición, el también octogenario Juan Bosch, se dejó arrebatar el triunfo" en unos comicios que había ganado.Las primeras declaraciones de Peña, sin embargo, han sido muy moderadas: llamamientos a la calma social y anuncio de recursos jurídicos, un puro juego retórico, no sólo porque la independencia judicial es una entelequia, sino porque además los tribunales ordinarios no tienen competencia en materia electoral.
Tampoco le sirve de mucho, al menos a corto plazo, el apoyo moral recibido de EE UU, que ha pedido la repetición de los comicios. Peña podría poner al país patas arriba con sólo chasquear los dedos' pero lo último que desea Washington en estos momentos es tener que bregar también con aguas revueltas en el vecino de Haití.
Al tiempo que convocaba una huelga general, Peña ha dejado abierta la posibilidad de una concertación condicionada al compromiso de una reforma constitucional que también han exigido la oposición liberal y los empresarios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.