Cuatro alternativas diferentes
En estos momentos hay sobre la mesa cuatro visiones distintas de cómo debe hacerse la reforma sanitaria en EE UU:Plan Clinton. Consiste, básicamente, en proporcionar cobertura al 100% de la población, así como en la aplicación, de nuevos impuestos para soportar parte del gasto que eso supone. Obliga a que el 80% de los empresarios asuman la carga del seguro de sus empleados.
Plan Gephardt. (Jefe de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes) Richard Gephardt propone obligar únicamente al 50% de los empresarios a pagar el seguro de sus trabajadores. También incluye cuatro o cinco años, para cumplir la reforma.
Plan Mitchell. (Jefe de la mayoría demócrata en el Senado) George Mitchell representa la más moderada de las alternativas de su partido: intentar, en un principio, la reforma sanitaria al estilo, republicano, con reformas en el mercado de seguros, pero sin intervención estatal en la forma de aumentos de impuestos y obligación a los empresarios de pagar por sus empleados. En una segunda fase, y tras un plazo previamente fijado, se puede acudir a esas "medidas drásticas" si el mercado no consigue cubrir "a una vasta mayoría de norteamericanos". Mitchell esgrime que su plan proporcionará cobertura sanitaria a varios millones de niños y mujeres embarazadas que hoy carecen de protección. Los republicanos moderado s le critican no especificar el gasto que conllevaría ese proyecto.
Plan Dole (Jefe de la minoría republicana en el Senado). Robert Dole asegura que el proyecto de la Casa Blanca sólo servirá para crear más burocracia y empeorar el sistema de salud existente en la actualidad. Dole considera que hay que mejorar el sistema de salud, pero no cambiarlo por completo.
Según los republicanos, las reformas en el mercado de seguros bastarían para corregir los problemas. Dole defiende el "acceso universal" a la salud, en vez de la "cobertura universal" de que habla Clinton: tendrá cobertura todo el que quiera, pero sin obligar a los empresarios a asegurar a sus empleados.
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