El Grupo Catalán propone al Gobierno una batería de reformas fiscales para los presupuestos de 1995

Convergència i Unió ha remitido al Gobierno un documento en el que se plantean una batería de medidas fiscales que considera deberían adoptarse en los presupuestos de 1995. Las medidas no han sido cuantificadas por CiU y será el Ministerio de Economía y Hacienda quien lo haga, para discutirlas en la reunión que mantendrán hoy. En ella se quería cerrar el acuerdo en las líneas maestras del borrador de presupuestos, aunque el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, descartó ayer que fuera posible. El PNV precisará sus propuestas concretas en septiembre.

Entre las medidas de carácter fiscal planteadas por CiU destacan la petición de actualización de balances, el mantenimiento de deducciones por inversiones y la bonificación por beneficios reinvertidos, así como los procedentes de la internacionalización de las empresas. En el ámbito de los particulares, la definitiva puesta en marcha de los planes de ahorro popular y una mayor protección fiscal a la familia son las peticiones prioritarias de CiU.La decisión del Gobierno de incorporar a sus propuestas iniciales la desaparición de la doble imposición por dividendos y ajustar la tarifa de la renta a la evolución de la inflación, rebajando en mayor medida las retenciones, parece que ha desinflado parte de las reivindicaciones del grupo catalán. Desde el punto de vista empresarial, la actualización de balances es la reivindicación principal.

Junto a ello se repiten las medidas del año pasado que no fueron puestas en marcha o que se considera deben seguir vigentes en 1995 para fomentar la actividad productiva. La deducción por inversiones, la reforma del impuesto sobre actividades económicas, de la estimación objetiva singular y la bonificación por beneficios reinvertidos y por aquellos procedentes del proceso de internacionalización de las empresas constituyen el resto de medidas para las empresas.

Para las familias, CiU mantiene sus peticiones del año anterior. Considera que el Estado debe apoyar a la familia con ayudas fiscales, introduciendo deducciones crecientes a partir del tercer hijo; debe modificarse el impuesto sobre sucesiones; declararse exentos los patrimonios afectos a actividades empresariales y poner en marcha definitivamente los planes de ahorro popular, postergados por Hacienda desde hace años.

Fuentes del Ejecutivo señalaron que la primera impresión es que algunas de las medidas propuestas serán aceptadas pero que otras, dado el elevado coste fiscal que llevan aparejadas, se rechazarán para este ejercicio al ser el objetivo prioritario reducir el déficit público hasta el 5,9% del PIB.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, tachó ayer de insuficiente la reforma laboral y abogó por una mayor flexibilización del mercado laboral y por el rescate de los contratos de fomento del empleo. Esta modalidad de contratación temporal quedó derogada al entrar en vigor las nuevas figuras previstas por la reforma laboral, informa Lluis Mauri.

En una declaración efectuada al término de la última reunión del Gobierno catalán antes de las vacaciones de verano, Pujol precisó que, pese a sus observaciones, no planteará de momento ninguna modificación. de la reforma laboral. El presidente catalán elogió los efectos de esas medidas en la incentivación de inversiones y la creación de empleo, pero insistió en que las medidas aplicadas son insuficientes. "Con menos rigidez [reglamentaria] se crearía más empleo", señaló. Pujol defendió la constitucionalidad de la reforma laboral frente al recurso anunciado por los sindicatos.

El presidente catalán afirmó que los nacionalistas tienen una voluntad clara de llegar a un acuerdo sobre los Presupuestos, pero apuntó que no darán su conformidad definitiva hasta que todos los cabos de la negociación -en materia presupuestaria y de desarrollo autonomico- estén bien atados. Esta prevención, explicó Pujol, obedece a que los nacionalistas no confían en que el Ejecutivo cumpla todos los extremos de un eventual pacto si éste es anunciado de forma prematura.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, coincidió desde Bruselas con Pujol al reconocer que Gobierno y CiU no llegarán hoy a "ningún acuerdo al 100%", informa Walter Oppenheimer. Solbes vaticinó que el pacto definitivo "no se alcanzará hasta septiembre". Por su parte, Miquel Roca reiteró ayer la voluntad de CiU de pactar los presupuestos y pronosticó que el acuerdo quedará cerrado "en un par de sesiones más", informa Elianne Ros.

El PNV, el otro grupo parlamentario con cuyo apoyo quiere contar el Gobierno, no se reunirá con el Ejecutivo hasta después de las vacaciones. El PNV cree que es pronto para poder garantizar la viabilidad de las grandes cifras propuestas por el Gobierno; piensan que tras el verano podrán hacerse previsiones más ajustadas. En todo caso fuentes del PNV señalaron que en este ejercicio se van a implicar más en la discusión y van a presentar propuestas concretas.