Los grandes empresarios nacionales expresan a González el apoyo a su política

El Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que agrupa a las más importantes empresas de capital nacional, expresó ayer al presidente del Gobierno, Felipe González, su apoyo a la política económica del Ejecutivo. En la reunión, que se prolongó tres horas en el palacio de la Moncloa, González calificó de "nefasto para la gobernabilidad del país" convocar elecciones anticipadas, según fuentes de este núcleo empresarial. El medio centenar de socios del IEF que acudió a la cita no polemizó a este respecto, lo que contrasta con la posición del presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, que recientemente pidió la convocatoria de elecciones anticipadas.

El IEF está integrado por un centenar de empresarios, que representan la mayoría de las empresas privadas de capital nacional. Forman parte, entre otros, José María Entrecanales (Entrecanales y Tavora), los hermanos Ferrero (Nutrexpa), Javier Godó (La Vanguardia), José Manuel Lara Bosch (Planeta), Joan Molins (Cementos Molins), Rafael del Pino (Ferrovial), Mariano Puig (Antonio Puig), Josep María Serra Farré (Catalana Occidente) y Jaime Tomás (Agrolimen).La delegación del IEF, encabezada por su presidente, Leopoldo Rodés, e integrada por más de 50 socios, insistió ante González "en la necesidad de profundizar en la actual reforma laboral, así como en la conveniencia de que los Presupuestos generales del Estado para 1.995 sigan en la misma línea de actuación que los actuales, pero con un cumplimiento mas riguroso", según fuentes de la asociación empresarial.

El presidente, aseguran estas fuentes, les animó a "sacar partido" de la nueva legislación laboral, antes de abordar nuevas modificaciones. Respecto al rigor presupuestario, González subrayó que se mantendrá la actual línea de austeridad, centrada, principalmente, en el recorte de gastos más que en un nuevo incremento de los ingresos.

Estabilidad y confianza

Los socios del IEF salieron de la Moncloa con la idea de que el objetivo de González, contra las peticiones de elecciones anticipadas o cambio de Gobierno, es mantener un máximo de estabilidad en la idea de que esa política es la que genera, a medio plazo, un mayor grado de confianza. En este sentido, según fuentes del IEF, González desestimó la idea de un cambio de Gobierno sustancial, porque defiende que la actual política es la "adecuada".La delegación del IEF -que calificó el encuentro de "agradable y distendido"- reiteró a González "su interés por el desarrollo de las iniciativas orientadas a la consolidación de la reactivación económica". Los empresarios también comentaron la conveniencia de "despertar vocaciones empresariales" y concertaron una cita con la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, para tratar este asunto.

En la misma línea, se expresó el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín. En una carta dirigida a los accionistas del banco, Botín afirma: "Los principales indicadores apuntan a que el proceso de recuperación de la economía española tiende a consolidarse generando mayores niveles de confianza y permitiéndonos ser optimistas sobre las posibilidades de alcanzar ritmos significativos de crecimiento eco nómico sin recaer en nuevos desequilibrios".

El respaldo abierto a la política gubernamental, tanto por parte de los propietarios de las empresas familiares como del presidente del Santander, se produce una semana después de que significativas agrupaciones empresariales, como Fomento del Trabajo, Círculo de Economía o la Cámara de Comercio de Barcelona, hayan criticado las declaraciones, del presidente de la CEOE.

José María Cuevas se alineó con las tesis del PP, al pedir a Felipe González la convocatoria anticipada de elecciones, la presentación de un programa de actuación hasta 1997 y la presentación de una cuestión de confianza en el Parlamento.

La reunión celebrada ayer entre Felipe González y los representantes del IEF es la segunda de estas características. Como en el anterior encuentro, celebrado hace dos años, los empresarios expresaron al presidente su deseo de que la legislación fiscal contemple un trato favorable para las empresas familiares, a fin de garantizar la transmisión de las mismas de una generación a otra.