El 'Francisco y Begoña' paga la multa con un anticipo de la Administración
El pesquero español Francisco y Begoña abandonaba ayer tarde el puerto francés de Lorient (Bretaña), tras depositar en el juzgado los 530.000 francos (casi 13 millones de pesetas) que le impuso el jueves el Tribunal Correccional de la localidad, entre multa e indemnizaciones a tres asociaciones pesqueras de Bretaña, por uso de redes ilegales y captura de ejemplares demasiado pequeños. El armador Pedro Burgoa pudo hacer frente al pago gracias a un anticipo de la administración española.
Luis de la Torre, cónsul general de España en París, prefirió no especificar la suma aportada, pero subrayó que se trataba de "un anticipo proporcionado como ayuda consular, que el armador tendrá que devolver". Burgoa ha presentado recurso contra la sentencia.
Mientras, en la isla de Yeu (Bretaña) se hacía inventario de los daños sufridos por el pesquero La Gabrielle, capturado hace diez días por atuneros españoles tras un violento enfrentamiento con barcos franceses, y devuelto el pasado domingo. El patrón Fabrice Groizard se quejó del estado del barco: "Nos han roto aparatos de navegación, han dejado que se pudrieran en las bodegas 22 toneladas de atún que valían 350.000 francos [8,4 millones de pesetas]. ¿Cómo un marino puede hacerle esto a otro marino?", declaró.
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