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ESPACIO

El 'Columbia' aterriza con un récord de estancia en órbita

El transbordador espacial Columbia, con siete tripulantes a bordo, regresó ayer al Centro Espacial Kennedy (Florida), tras casi 15 días de experimentos científicos a 300 kilómetros de altura. El Columbia, la nave más veterana de la flota de la NASA, se posó en la corta pista de Cabo Cañaveral sobre las diez de la mañana, hora española, en pleno amanecer de la costa atlántica norteamericana.

El regreso de la nave, inicialmente previsto para el día anterior, se retrasó 24 horas a causa de las perturbaciones atmosféricas que afectaban a la península de Florida.

Los astronautas de este viaje de 14 días, 17 horas y 55 minutos han roto el récord de permanencia en órbita, que tenía establecida en 14 días y 13 horas otra tripulación del propio Columbia desde el pasado mes de noviembre. Ésta ha sido la cuarta misión del proyecto Shuttle de transbordadores espaciales este año, en el que todavía hay programados otros tres lanzamientos destinados a preparar el camino para la construcción de la plataforma orbital internacional.

Este vuelo espacial ha permitido obtener importantes datos científicos. De los 82 proyectos previstos a bordo del segundo laboratorio internacional de microgravedad (IML-2), uno sólo, sobre el estudio de la separación de partículas en un campo eléctrico, no ha podido llevarse a cabo por motivos técnicos.

El resto, y especialmente los relacionados con la biología, materiales y fluidos, han sido coronados por el éxito, así como una larga lista de trabajos sobre 12.000 pequeños peces, moluscos y batracios que han acompañado a los siete astronautas.

Satisfacción científica

Los primeros resultados han sido acogidos Con satisfacción por casi 200 investigadores representantes de 15 países y seis agencias espaciales.Las especies acuáticas han sido las protagonistas de este vuelo. Los seis peces rojos nadaban felices, aparentemente indiferentes a la falta de gravedad. Y las dos parejas de medakas, un pez de agua dulce de Japón, han sorprendido a los científicos japoneses siguiendo sus lances amorosos con toda naturalidad a casi 300 kilómetros del Sol.

Sin embargo, el fin del viaje será fatal para las especies acuáticas que han participado en el mismo, ya que serán exterminadas y disecadas por los investigadores.

Las diferentes unidades de investigación del lML-2 han aportado importantes datos en el estudio de las plantas, células, fluidos, cristales proteicos y otros materiales.

Las experiencias alemanas Nazemi (fuerzas gravitacionales) y Tempus (fusión y solidificación de materiales), e incluso el programa europeo Biorack (ciencias de la vida), han obtenido resultados considerables, según el responsable de la misión, Lanny Uptoon.

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