Christopher deja Siria sin progresar en su misión de paz

El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, regresó ayer a Washington sin haber logrado desbloquear las negociaciones entre Siria e Israel, pieza fundamental en el rompecabezas de Oriente Próximo. Es más, volvió de nuevo con las manos vacías. No hay avances en el espinoso asunto de los altos del Golán, territorio estratégico, por su situación y por el agua, conquistado a Siria por Israel en la guerra de 1967.Christopher cerró esta gira regional con un nuevo encuentro con el presidente sirio, Hafez el Asad, en Damasco, durante el cual entregó, al parecer, algún mensaje del primer ministro israelí, Isaac Rabin. Éste reitera en unas declaraciones al semanario italiano Panorama su voluntad de devolver el Golán, aunque sin dar detalles, a cambio de un acuerdo de paz con Siria.

Rabin está ansioso por atraer a Siria hacia un arreglo bilateral similar a los alcanzados con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el inminente con Jordania. La diplomacia estadounidense se reconoce impotente ante Damasco, que no va a hacer concesión alguna mientras Israel no se pronuncie de una forma clara y categórica sobre la devolución del Golán.

Tampoco era difícil advertir ayer síntomas de la impaciencia e irritación de Damasco ante lo que los sirios perciben como la futilidad de los esfuerzos norteamericanos. Siria quiere que Washington presione a Israel a devolver los altos capturados y, por lo visto, no está nada satisfecha con el papel mediador desempeñado por Christopher.

En desusado tono crítico, la prensa oficial siria dijo que EE UU es responsable del estancamiento de las negociaciones iniciadas en Madrid hace 33 meses. "Estados Unidos comparte una doble responsabilidad", resumía la posición oficial un editorial de Al-Thaura.

En Cisjordania, mientras, los soldados israelíes mataron ayer a un palestino e hirieron a otros 15 en diversos enfrentamientos en las ciudades de Nablús y Hebrón. Israel también reabrió ayer su frontera con Gaza, cerrada a principios de semana tras una batalla campal que costó dos vidas palestinas y produjo decenas de heridos.