Gerardo Herrero entra en el cine negro con su segundo filme

El director y productor Gerardo Herrero ha hecho una apuesta arriesgada en su último filme, el thriller Desvío al paraíso, que anoche se estrenó en los cines españoles. Rodada en inglés, para facilitar su distribución comercial, la película, que ha costado 350 millones de pesetas, es un proyecto difícil y duro, tanto en sus imágenes, como en su producción y rodaje, una lucha constante contra la adversidad.

Quinn, el protagonista, es un tipo inquietante y peligroso: Tiene cosas que ocultar: es un asesino y siente una incontrolable pasión hacia las niñas. En Desvío al paraíso, tan tranquilizador sujeto se hace portero de un edificio, El Paraíso, situado en un lugar aislado de Puerto Rico. Gerardo Herrero contó con el apoyo de la profesión en el prestreno del filme en Madrid, al que acudieron numerosos directores y actores.Ésta es el segunda vez que este productor se pone detrás de las cámaras para realizar un largometraje. Su elección de rodar en Puerto Rico no ha sido casual. "Lo más difícil fue encontrar la localización, el bloque de apartamentos aislado que es un personaje más de la película. El resto es menos importante. Nosotros sólo queríamos sobre todo un lugar en el que hiciese mucho calor", asegura Herrero.

Desvío al paraíso, cuya estética está inspirada en los cuadros del pintor norteamericano Hopper, está rodada en inglés y en el reparto sólo aparece una actriz española, Assumpta Serna, que está acompañada por Charles Dance. "Aunque suavizamos el guión original, la película es muy dura. La historia es perversa. Es muy dificil contar la relación entre un hombre y una niña y que eso no afecte", afirma Herrero que ha optado por la sugerencia frente a lo explícito.