Una a puesta inteligente
Que el productor de inequívocos autores como Alain Tanner, Manoel de Oliveira, Ken Loach o Paco Regueiro se lance como director a rodar un producto tan de género como un thriller puede dejar más que perplejo a quien conozca sólo esta parcela de la trayectoria profesional de Gerardo Herrero. Pero, a poco que se piense, lo que Desvío al paraíso demuestra es que la esperanza que los (pocos) que vieron hace siete años, Al acecho, su ópera prima como director, depositaron entonces en su talento como metteur en scène no era exagerada. Rodada en inglés y con un reparto mayoritariamente anglosajón, Desvío al paraíso es no sólo un filme vigoroso y entretenido, muy bien rodado y de impecable factura formal, sino también una apuesta comercial inteligente, la confirmación de que un productor, para ser bueno en su oficio, debe saber encontrar siempre la mejor forma para el guión que le propongan, más allá de que el producto final tenga el artesanal, innegociable, empacado autorial o el lujoso envoltorio genérico.Desvío... es un extraño cruce entre filme de acción y psychothriller claustrofóbico. Su principal acierto es un cuarteto protagonista superlativo, empezando por la Serna y el joven Weisser y terminando por los dos auténticos polos de la acción: la sorprendente y arrolladora nínfula Gibson y un Charles Dance sencillamente perfecto. En la manera que el actor británico tiene de mostrar la quiebra interior de su personaje, la macabra escisión entre el horror que le provoca su comportamiento y el impetuoso fluir de su pasión paidófila, se aprecia un oficio extremadamente sólido, una de esas performances que van creciendo metro a metro, imparables, hasta contagiar al espectador la propia repulsión que el personaje siente por él mismo, pero también la perversa fascinación que despide.
Desvío al paraíso
Dirección: Gerardo Herrero. Guión: Daniel Monzón y Santiago Tabernero, adaptado por Letvia Arza-Goderich y Juan Gerard. Fotografía: Alfredo Mayo. Música: José Nieto. Producción: G. Herrero, L. Arza-Goderich y J. Gerard, España-Puerto Rico, 1993. Intérpretes: Charles Dance, Assumpta Serna, Morgan Weisser, Katrina Gibson, Gladys Rodríguez. Estreno en Madrid: Real Cinema, Roxy B, Vaguada, Cid Campeador, Renoir (Cuatro Caminos), Princesa y Aluche.
Tiene razón Herrero cuando afirma que, antes que un psycho-killer, su personaje es un antihéroe trágico. Herrero huye como de la peste de la obviedad y del subrayado. Pero no es menos cierto que aveces se echa en falta algo más de desarrollo psicológico, saber más sobre de dónde viene y quién es ese inquietante hombre orquesta que rápidamente se hace dueño de la desvencijada urbanización El Paraíso.
No cabe duda de que Desvío... se constituye en un ejemplo. Cuando el cine comercial español parece abocado tan sólo al cultivo de la comedia, Herrero demuestra que con buenas ideas se consiguen buenos medios, y con éstos, una brillante operación de dignificación del viejo cine criminal, tan dolorosamente ausente, en su versión hispana, de nuestras pantallas.
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