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Una factoría con imagen inquietante

Los jefes de la Consejería de Educación y Cultura quieren mantener la "imagen dura e inquietante" le las naves de ladrillo que albergaron hasta principios de los años setenta la fábrica de cerveza. El conjunto arquitectónico, que será declarado próximamente monumento histórico, comenzó a construirse en 1912. Los primeros edificios que surgieron en Arganzuela fueron los de administración cocción y maltería. Posteriormente crecieron silos, bodegas y almacenes. "Una visión romántica que no se debería olvidar en la propuesta de rehabilitación que se realice", según se encarga de recordar el pliego de condiciones del concurso. La reforma, cuyo presupuesto supera los 2.000 millones de pesetas, recuperará 35.000 metros cuadrados para usos culturales. Los arquitectos deberán garantizar el mantenimiento de los edificios y elementos de mayor valor.

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