El déficit público apenas se reducirá en 1995, a pesar del alza de los ingresos fiscales

La mejora de la actividad económica sólo se traducirá en parte en una reducción del défict público, ya que los previsibles mayores ingresos por algunos impuestos tardarán en hacerse efectivos y porque el Estado ingresará menos dinero por beneficios del Banco de España y por privatizaciones que en años anteriores.El proyecto de presupuestos para 1995 prevé que el déficit público total se sitúe en el 5,9% y que el del Estado -excluido el de la Seguridad Social y los entes territoriales-, se coloque por debajo del 5%. Reducir el déficit constituye la prioridad esencial de esos presupuestos para el Gobierno, ya que de otra forma sería imposible converger con los demás países de la Unión Europea.

Los socios políticos del Gobierno, CiU y PNV, aunque ven con buenos ojos las líneas maestras del proyecto de presupuestos, consideran muy dificil alcanzar el objetivo fijado. Al menos eso explicaron los representantes del PNV, cuyo compromiso de apoyo es menor. Además, señalaron que quieren que pase el verano y se confirme la recuperación económica para que "se pueda dar una mayor credibilidad, y se reduzca el voluntarismo, a las cifras presentadas por el Gobierno", señalan en este grupo.

Pero alcanzar el objetivo no parece fácil. Los ingresos, fiscales por IVA o por IRPF crecerán en el próximo ejercicio moderadamente. Especialmente estos últimos, ya que existe el compromiso de ajustar la tarifa del IRPF a la inflación prevista para 1995 -en tomo al 4% en función de cómo acaben realmente los precios en diciembre de este ejercicio-, y de bajar en mayor proproción las retenciones a cuenta para que las devoluciones no sean tan elevadas. El aumento por IRPF deberá venir, por tanto, como consecuencia de una mayor actividad económica que se traduzca en una mayor contratación laboral.

El IVA, se dice en Hacienda, es un impuesto no consolidado todavía y con un elevado grado de fraude. Este hecho, y las posibles modificaciones normativas de cara a la armonización de la Unión Europea, es el que aconseja no incrementar el tipo medio para bajar cotizaciones sociales. Este impuesto también depende de la actividad y de los resultados de la lucha contra el fraude. El impuesto de sociedades no empezará a aportar cantidades crecientes respecto a lo que actualmente proporciona hasta bien entrado 1995 o incluso 1996 que es cuando se registrarán efectivamente las mejoras de resultados de las sociedades.