Simpatizantes de HB reciben panfletos con el domicilio de dos supuestos 'erztainas'

Dos enmascarados repartieron ayer, en un acto organizado por Herri Batasuna (HB) en San Sebastián, panfletos anónimos en los que figuran las identidades y los domicilios de dos supuestos agentes de la Ertzaintza (policía autonómica vasca) a los que acusan de realizar tareas "represivas". Durante la intervención del ex eurodiputado de HB Karmelo Landa en un homenaje a la ikurriña (bandera vasca), los dos enmascarados subieron al escenario, quemaron una bandera española y lanzaron a los asistentes los panfletos, en los que se leía: "Quítales la capucha", "Denúnciales con nombres y apellidos".En los anónimos se señala a una de esas personas como responsable de las operaciones policiales de la Salve de 1993, y a la otra como "guía" de los 30 agentes de la Ertzaintza que realizaron las detenciones de jóvenes radicales que se manifestaban por la muerte del militante de la banda terrorista ETA José María Igerategi, Ijitu.

En el mismo texto se afirma que cualquier ciudadano que colabore con la Ertzaintza es un txakurra (perro). Los autores del panfleto aseguran que "los que colaboran con la represión son tan culpables como los que la dirigen y la ejercen".

Los dos enmascarados de Herri Batasuna que lanzaron los panfletos citan dos pisos del centro de San Sebastián, uno de ellos propiedad de una familia y otro de una empresa desde los que la Ertzaintza grabó supuestamente, el 14 de agosto de 1993, los íncidentes que promovieron jóvenes radicales con motivo de la Salve. Los pisos, según el escrito, fueron cedidos por sus propietarios a la policía vasca para instalar cámaras "con las que ejercer nuevos métodos represivos contra la población".

Durante su intervención ante un centenar de personas en este homenaje a la ikurriña, el dirigente de Herri Batasuna Karmelo Landa reconoció el descenso electoral de su formación en los comicios europeos, con la pérdida de 43.000 votos respecto a las generales de 1993. Landa afirmó que Herri Batasuna tiene que reafirmarse en aquellos terrenos en los que se ha debilitado: "entre los electores, en la calle, en la vida social e institucional".