Una crítica de Menem sobre el salario mínimo desata otra crisis bilateral

Un nuevo enfrentamiento entre los presidentes de Argentina, Carlos Menem, y Brasil, Itamar Franco, sacude las relaciones entre ambos países y amenaza el calendario del Mercosur. La espoleta fue un comentario de Menem sobre el bajo nivel del salario mínimo brasileño.Tratando de restar importancia a la manifestación del miércoles en Buenos Aires en protesta por la política económica de su Gobierno, Menem preguntó ante las cámaras de televisión: "¿Cuántas manifestaciones deberían hacerse entonces en Brasil, donde el salario mínimo equivale a la mitad de lo que gana un jubilado argentino?". Menem in tentaba quitar hierro a la marcha de miles de, personas que ha recorrido Argentina durante esta se mana de norte a sur y que el pasado miércoles concluyó con una concentración de 70.000 ciudadanos en la plaza de Mayo de Buenos Aires.

Itamar Franco reaccionó al instante. A su juicio, el argentino "no fue nada elegante" al comparar la realidad entre los dos países. "No tenemos nada que ver, con los problemas argentinos y no es la primera vez que él [Menem] interfiere en nuestros asuntos económicos", dijo. La cancillería brasileña convocó de inmediato "para consultas" al embajador en Buenos Aires, Marcos Azambuja. La reacción brasileña motivó que el presidente Menem presentara posteriormente sus excusas al afirmar que no había tenido "intención de ofender a sus hermanos brasileños".

Éste es el tercer incidente diplomático entre Argentina y Brasil en menos de un mes. Los roces entre ambos Gobiernos comenzaron en la cuarta cumbre iberoamericana de Cartagena, cuando Menem criticó la actitud brasileña favorable al fin, del embargo comercial a Cuba.

Posteriormente, el mandatario argentino pidió apoyo en la misma reunión iberoamericana a los jefes de Estado y de Gobierno que estaban presentes para respaldar la candidatura del presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, a la presidencia de la futura Organización Internacional del Comercio, ignorando así que se había propuesto para el mismo cargo al actual ministro de Hacienda de Brasil, Rubens Ricúpero. En esa ocasión, el Gobierno brasileño reaccionó airadamente cancelando una visita a Brasilia del canciller argentino, Domingo Cavallo.