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Tribuna
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Señores accionistas

Enfrentados a los rigores de junio, sus señorías salpicaron la sesión de ayer con atuendos propios de la estación, con predominio del beige y sus variantes más ácidas, lo que fue de agradecer, dado el tono de Consejo de Administración que tuvo la sesión informativa sobre la cumbre comunitaria de Corfú. A destacar que el líder del PP, señor Aznar, se ha recortado el bigote y parece más alto, aunque las fuentes consultadas por esta gacetillera no pudieron asegurar que se haya sometido a un aumento de tacones. La corbata, gris perla, le daba un toque muy Ascot.Serio y sereno, sin que el saludo a Berluscon¡ haya dejado aparente huella en él, compareció Felipe González, con esa seguridad que luce cuando habla de Europa. De hecho, parecía el presidente del Consejo de Administración de una multinacional, por ejemplo, la Sony -lo inquietante es que también podría parecer el de la Sanyo-, rindiendo cuentas a los accionistas de cómo ha ido la última reunión con el resto de los socios.

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Palabras como "competidores" y frases del tipo "Europa tiene que optar entre la superivencia y la decadencia" reafirmaban esta impresión. El dominio del tema, la soltura al citar nombres o lugares geográficos a los que cortésmente se refiere con más detalle cuando comprende que su auditorio se queda un poco en blanco, refuerzan la idea de que González sería un excelente sucesor de Delors, pero semejante expectativa sólo parece turbar al líder de Unión Valenciana, González Lizondo, que invirtió parte de sus tres minutos en preguntarle al presidente qué piensa hacer.

Antes, mientras González informaba a la Cámara, un Aznar prácticamente impasible aguardaba su turno, las blancas manos quietas sobre el pupitre y máxima concentración en el semblante. Desde el principio de su intervención se vio que no iba a lanzarle al presidente la caballería. En perfecta sincronía con el cariz liso de la sesión, el jefe de la oposición se comportó como un encargado de ventas de la misma multinacional que, habiendo conseguido en el último año el máximo de pedidos, trata de demostrar ante la audiencia lo mucho que sabe del asunto y lo excelente que estaría al frente del Consejo de Administración.

Todo muy tranquilizador y, por tanto, soso. O viceversa.

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