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Roldán acumuló 2.602 millones de pesetas por supuestas comisiones en sólo dos meses de 1990

El beneficio personal que obtuvo Luis Roldán durante su mandato al frente de la Guardia Civil empieza a superar cualquier cantidad imaginable. Sólo en agosto y septiembre de 1990, el ex jefe del instituto armado, acumuló 2.602 millones de pesetas procedentes de supuestas comisiones ilegales. El dato figura en la contabilidad, que él mismo llevaba en cuartillas manuscritas y que ha sido intervenida en la caja fuerte de un banco suizo. Ese año fue clave en la adjudicación de obras y suministros para los actos de 1992 (Juegos Olímpicos y Expo): el volumen de contratación de la Guardia Civil en 1990 fue de 39.600 millones de pesetas, de los que 22.500 correspondieron a obras y suministros.

La caja fuerte estaba en una sucursal de Ginebra de la Unión de la Banca Privada, y fue abierta hace dos semanas por orden del juez suizo Paul Perraudin, encargado de investigar el caso en aquel país. En su interior había un sobre en el que figuraba el nombre de Luis Roldán y, dentro de él, media docena de fichas blancas con líneas azules con un listado de empresas suministradoras de la Guardia Civil y de cuarteles construidos para el instituto armado. Asimismo, las fichas recogen un listado de cantidades que corresponderían a cada empresa suministradora o las constructoras de los cuarteles.En esas cartillas, junto a las iniciales de L. R., G. U. y A. A., que, supuestamente, pueden corresponder a Roldán y a los dirigentes socialistas Gabriel Urralburu y Antonio Aragón -extremo tajantemente desmentido por estos dos últimos-, aparecen también varias cantidades. La hipótesis de trabajo es que corresponde a una cuenta bancaria común o a ingresos compartidos por conceptos aún por determinar.

En el listado de cantidades figuran las siguientes: junto a la fecha de 6 de agosto de 1990, Roldán puso 268,43 millones de pesetas, 2,6 millones, 361,8 millones y 479,005 millones. Junto a la fecha de 24 de septiembre de 1990, Roldán escribió 478,787 millones de pesetas. Al 25 de septiembre del mismo año corresponde la cantidad de 628,430 millones. Por último, y relativa al mes de agosto, aunque sin fecha concreta, aparece la cantidad de 383 millones de pesetas.

Por tanto, sólo a lo largo de esos dos meses Roldán acumuló un total de 2.602 millones de pesetas, que, según los investigadores del caso, deben corresponder a comisiones cobradas por el entonces director general de la Guardia Civil.

La duda que tienen hoy esos investigadores es si tales cantidades son la suma de todas las comisiones percibidas hasta entonces por Roldán a lo largo de varios años, o si, por el contrario, corresponden a los contratos de un solo año. En principio, se inclinan por la primera hipótesis. No obstante, los meses de agosto y septiembre pueden ser claves a la hora de hacer balance del cobro de comisiones, ya que los contratos oficiales de cada ejercicio suelen firmarse entre junio y agosto.

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Fuertes inversiones

Miembros de la comisión parlamentaria de investigación del caso Roldán recuerdan que 1990 y 1989, fueron dos años de fuertes contrataciones por parte de la Guardia Civil para los preparativos de los acontecimientos de 92. Así, en 1989 las inversiones en obras y suministros para el instituto armado ascendieron a 18.000 millones de pesetas, capítulo que creció hasta 22.500 millones en el año 1990.

Al respecto, cabe recordar que la comisión de investigación concluyó que, muy probablemente, en el entorno de Roldán acabó montándose "una trama para el pago de comisiones en el extranjero". En 1990, año que cita Roldán en sus anotaciones junto a las supuestas comisiones, la Guardia Civil invirtió en contrataciones de obras más de 15.000 millones de pesetas, siempre sobre contratos de adjudicación directa, mecanismo cuyo excesivo uso recriminó a esta institución año tras año el Tribunal de Cuentas en sus informes anuales. El instituto armado invirtió también más de 3.400 millones de pesetas en material móvil, de los que 2.200 millones correspondieron a una sola firma fabricante de vehículos todoterreno.

Ese año también se firmaron contratos -aunque los pagos se efectuaron a lo largo de varios ejercicios presupuestarios- para el suministro de uniformes por valor de 2.100 millones. Los nombres de los suministradores de los vehículos y de los uniformes figuran anotados de puño y letra de Roldán en las mencionadas fichas, del tamaño de media cuartilla. En la hipótesis de que las cantidades recogidas en las fichas de Roldán se refieran a las comisiones que había recibido hasta entonces, los investigadores deducen que el patrimonio del ex jefe de la Guardia Civil se aproximaría entonces a los 3.000 millones de pesetas. Dado que continuó tres años más al frente del instituto armado, ahora los cálculos estimativos duplican esa cifra.

El camino que recorre ahora la juez Ana Ferrer, instructora del caso, es el inverso al trazado por el huido: repasar una por una cuanta contratación realizó Roldán bajo su mandato para averiguar si hubo posibilidad o no de comisión y, en su caso, cuál fue el camino que siguió la mordida. En este sentido, aspecto relativamente orillado por la comisión parlamentaria, la investigación pretende no sólo constatar qué empresas fueron las más favorecidas bajo el mandato del ex director general de la Guardia Civil, sino acreditar al máximo el posible pago de comisiones, punto clave para incriminarle.

Hasta el momento, de la contabilidad encontrada en Suiza -tanto en la caja fuerte como en el despacho del abogado Guillaume Ruff- se desprende que Roldán y sus testaferros han movido en los últimos años más de 4.000 millones de pesetas. El principal de esos testaferros en el extranjero ha sido el ciudadano suizo Jean Pierre Aberle, quien desapareció en las mismas fechas en que lo hizo Roldán.

Aberle y Paesa

Aberle ha sido socio de Francisco Paesa, investigado en su día en relación con los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), en varias sociedades con sede en países extranjeros. Su interrogatorio por parte de los responsables de la investigación se considera inminente tan pronto como regrese del extranjero.

Paesa es considerado por fuentes de la investigación como un hombre clave para desenmarañar el río de sociedades instrumentales que afloran en estas pesquisas y que tienen ramificaciones en Suiza, Panamá, Chile, Argentina y Liechtenstein, entre otros países. Paesa siempre ha negado haber asesorado a Roldán en materia de inversiones y mecanismos para blanquear su dinero.

Mientras, aún se investiga si en otras cajas de seguridad existentes en Suiza Roldán poseía otros comprometedores libros de cuentas, en los que reflejaría el listado de otras comisiones y de sus eventuales. socios en España y en el extranjero.

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