Los refugiados abandonan el consulado de Chile en Cuba

Los ocho cubanos que penetraron hace más de una semana en el Consulado General de Chile en La Habana abandonaron el jueves la sede diplomática, tras recibir garantías del Gobierno de que no se tomarán represalias contra ellos por el hecho de haber ocupado ilegalmente una sede diplomática. La salida de los seis hombres, una mujer y un niño de 12 años se produjo a las 17.30 (23.30, hora de Madrid) y funcionarios chilenos los acompañaron en coche hasta sus casas. Todavía siguen ocupadas la Embajada de Alemania, con 21 personas; y la residencia del embajador belga, Paul Vermeirsch, donde quedan 79 de los 124 cubanos que entraron el 28 de mayo.Fuentes chilenas indicaron que el Gobierno cubano ofreció todas las garantías necesarias de que estas personas "no serán objeto de represalias por su entrada indebida en la sede' consular, ni éste constituirá un elemento agravante de posibles causas pendientes".

Según fuentes cubanas, la salida de los refugiados en el consulado chileno no se debe a ninguna negociación particular, sino sólo al "convencimiento" de los refugiados de que no había otra solución. La cancillería cubana emitió ayer un comunicado en el que se señala que los restantes refugiados tiene dos alternativas: "Desistir de su propósito irresponsable o autoconfinarse de por vida bajo un techo que será para ellos celda voluntaria".

Las autoridades cubanas consideran que tanto los cubanos que se refugiaron en el consulado de Chile como en el resto de las embajadas son "ciudadanos deseosos de salir del territorio nacional por diferentes motivos que han sido objeto de una torpe manipulación política".

La salida de estos ocho cubanos alivia en cierta medida la crisis diplomática, pero la situación de la Embajada alemana y la de la residencia del embajador belga sigue por el momento empantanada.