Cebrián no cree necesarias leyes especiales para los periodistas

Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA, se mostró ayer partidario de no establecer una legislación especial sobre la cláusula de conciencia y el secreto profesional de los periodistas. "Fue un error incluir las dos figuras en la Constitución" dijo en su comparecencia ante la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, para añadir después que mantener el secreto de las fuentes es una obligación ética y un deber de los profesionales. Cebrián se mostró partidario de resolver la cuestión de la cláusula de conciencia a través de pactos entre las empresas y las redacciones.

Previamente comparecieron ante la misma comisión Eugenio Galdón, consejero delegado de la COPE; Javier Fernández del Moral, decano de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense; y Marc Carrillo, catedrático de Derecho Constitucional.Cebrián recordó que su posición respecto a ambos temas no ha variado desde que en los años ochenta la dejara marcada en unas jornadas en el Centro de Estudios Constitucionales. '

Para el consejero delegado de PRISA, el fondo del asunto se sitúa en el derecho a transmitir información veraz, que es de todos los ciudadanos, no sólo de los periodistas. "Estoy en contra de los privilegios para los periodistas", añadió Cebrián.

Eso no es óbice para considerar el secreto profesional como un deber: "El periodista tiene el deber ético de proteger a sus fuentes", enfatizó. Y se mostró de acuerdo con que pueda existir una legislación mínima sobre este derecho, señalando que bastaría con que figurase en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

"No estoy en contra de las limitaciones legales al derecho de informar" precisó, "sino contra las leyes especiales, porque son amenazas a la libertad de información".

El tema de la cláusula de conciencia es todavía más complicado, según Cebrián, entre otras razones porque no se sabe con exactitud qué derechos se protegen y quienes son sus titulares. El consejero delegado de PRISA defendió la autorregulación como respuesta a los abusos y excesos en el ejercicio de la libertad de expresión.

Transparencia

Diego López Garrido, diputado de Izquierda Unida, preguntó a Cebrián sobre una propuesta que minutos antes había hecho Galdón ante la comisión, en el sentido de crear una especie de registro de intereses económicos de empresas y empresarios de la comunicación. Cebrián se mostró "absolutamente en contra de esta propuesta" porque "sería entre otras cosas una grave limitación a la libertad de cualquier empresario".

"Sí estoy a favor de la transparencia de las empresas de comunicación" precisó, "pero esta transparencia puede ser efectiva mediante las condiciones que establecen las leyes de, funcionamiento de las sociedades mercantiles".

Por su parte, el consejero delegado de la COPE, Eugenio Galdón, se mostró contrario a la regulación del secreto profesional. En cuanto a la cláusula de conciencia, negó que el problema esté en dar una salida personal al periodista, sino "en los criterios informativos de las empresas". En este contexto hizo la propuesta antes explicada, para que las empresas de comunicación se comprometan a declarar la relación de sus intereses en medios informativos y los intereses en actividades que cuenten con ayudas públicas.

El catedrático Marc Carrillo señaló, por su parte, que la ley que desarrolle los dos derechos constitucionales debe ser genérica y calificó el secreto profesional como un derecho fundamental. "No es un derecho ¡limitado", dijo, "pero se puede considerar como un deber de no difundir las fuentes. En ningún caso es una patente de corso". Invitó a tener en cuenta las experiencias de autorregulación.

Según Javier Fernández del Moral, es deseable la regulación legal, pero de nada serviría si no se tiene en cuenta el concepto cambiante de profesional de la información. El decano de la Facultad de Ciencias de la Información se mostró de acuerdo con una ley global de la Comunicación.