Delors advierte que el "neoliberalismo" de algunos ministros de la UE amenaza la lucha contra el paro

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, criticó ayer abiertamente a algunos ministros de Economía comunitarios, adscritos según sus palabras 11 al liberalismo puro y duro", que no han querido buscar financiación suplementaria para el plan de grandes infraestructuras del Libro Blanco, que debe revisarse en el Consejo Europeo que reunirá en Corfú a los jefes de Estado y de Gobierno de los Doce los próximos 24 y 25 de junio. "Escuchando a algunos ministros de Economía no sabía si estábamos en el campo de la economía o de la ideología", dijo. "No entiendo su encarnizamiento", añadió.Delors repitió una vez la frase "la economía europea se halla ante el dilema de elegir entre su supervivencia o la decadencia", típica ya de su repertorio, para explicar lo que está en juego en el Consejo de Corfú. "Pienso que el grito de alarma de Copenhague es todavía válido", indicó en la tradicional conferencia de prensa previa a los Consejos Europeos. Hacía así referencia a la cumbre celebrada hace un año en la capital danesa, en la que lanzó la iniciativa del Libro Blanco sobre el Empleo, cuyo seguimiento ocupará las reuniones en Corfú.

Delors expresó su temor a que los gobiernos "queden satisfechos con la recuperación ahora en curso y manden el Libro Blanco al armario". "Incluso con una tasa de crecimiento vistosa no habrá suficiente para hacer bajar de forma clara el desempleo", argumentó. Calificó también de "inquietante" la actual subida de tipos de interés a largo plazo, pues compromete la financiación de la recuperación y la lucha contra el déficit.

El presidente de la Comisión, que abandona el cargo en diciembre próximo, se negó a responder a las preguntas que se interesaron tanto por los candidatos a sucederle como por su candidatura a la presidencia de la República francesa, pero sus respuestas permitían una clara lectura en clave de su futuro. Delorsse mostró especialmente susceptible ante las numerosas declaraciones sobre las características del futuro presidente de la Comisión. "No soy un rey filósofo", aseguró para salir al paso de las insinuaciones lanzadas por el ministro británico de Exteriores, Douglas Hurd.

"No soy tampoco un intelectual torturado", añadió. "Estoy contra los que quieren cambiarlo todo y contra los que no quieren cambiar nada", explicó en registro de puro centrismo a propósito de las críticas que ha recibido el Libro Blanco. Los primeros son los neoliberales que quieren la total liberalización del mercado de trabajo y los segundos, los sindicatos.

Delors enunció una fórmula de pacto de congelación salarial para crear empleo: "Si durante cinco años aceptamos el mantenimiento del nivel de vida de todos y dedicamos los avances en la productividad a formación y a reinversión reduciremos el paro a la mitad para el año 2000".