Telefónica debe separar el negocio de telefonía móvil del resto de sus operaciones

El Consejo de Estado ha endurecido las condiciones de participación de Telefónica en el negocio de la telefonía móvil, en la modalidad GSM o sistema digital paneuropeo. Tras el análisis de la propuesta del Gobierno, el alto órgano consultivo ha dictaminado que Telefónica debe separar expresamente el negocio de la telefonía móvil del resto de operaciones de la compañía, y le fija las mismas condiciones de funcionamiento exigidas para el segundo concesionario. Sin embargo, no pone dificultades a que empiece a operar varios meses antes que su competidor.El concurso para las licencias se convocará antes de que termine el mes de julio, según dijo ayer el director general de Telecomunicaciones, Javier Nadal. A partir de entonces, las empresas interesadas tendrán dos meses para presentar su candidatura y la adjudicación de las licencias se hará al final de otoño. Telefónica tendrá una de ellas, de manera casi automática; la otra será decidida entre los diversos consorcios privados que aspiran a ella.

Tanto Telefónica como el otro concesionario deberán someterse al mismo plazo de duración de la licencia, que se fija en 15 años, prorrogables por otros cinco. Ambos pagarán al Estado, anualmente, el 1 por 1.000 de sus ingresos brutos, y también un canon por uso del espectro radioeléctrico. Telefónica, en concreto, no podrá trasladar o ceder su licencia de comunicaciones móviles a cualquier otra empresa o grupo: tendrá que hacerlo exclusivamente a empresas filiales.

Otra exigencia marcada por el Consejo de Estado a Telefónica es la separación contable que ésta deberá llevar en el negocio de telefonía móvil GSM. La compañía no podrá apoyarse en los beneficios derivados de la explotación del monopolio de telefonía básica hasta 1998, fecha marcada por la Unión Europea para la liberalización de este servicio.

Todas esas normas, que suponen un endurecimiento de las condiciones para Telefónica, no impiden que dicha compañía inicie la carrera con ventajas. No sólo porque va a disponer de una licencia de GSM prácticamente de forma automática, sino porque podrá operar este sistema antes de que finalice el presente año, mientras que el segundo operador no podrá comenzar a ofrecer sus servicios hasta mediados de 1995.

Concurso y subasta

Una vez más se insiste, desde la Administración, en que el mecanismo de concesión de la segunda licencia será "mixto". En una primera fase, mediante concurso, se eliminarán aquellos candidatos que no cumplan los mínimos exigidos en cuanto a coberturas territoriales, calendario de implantación, calidad y solvencia.En una segunda fase, que en la práctica supone una subasta, se valorarán las cantidades de dinero que estén dispuestas las empresas a entregar al tesoro público a cambio de la licencia, así como su oferta tecnológica e industrial y las condiciones fijadas respecto a plazos de implantación, coberturas y calidad de servicios.

La Administración no piensa hacer público el valor que concederá a cada uno de estos aspectos hasta después de realizada la adjudicación de la licencia.