'"La tecnología ha roto la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos"
El psiquiatra Moody investiga el fenómeno de los resucitados
La muerte es la pasión científica, de Raymond A. Moody, psiquiatra y médico norteamericano. Saber qué ocurre cuando se apaga la vida o ahondar en la angustia que supone para los que quedan el deseo de reencontrarse con los seres queridos le resulta fascinante. "Gracias al avance de la tecnología sanitaria, que cada vez hace que sean más los resucitados, hemos podido abordar una nueva dimensión" explica Moody, que subraya que este factor ha roto la frontera que separaba el mundo de los vivos del de los muertos.
"En Estados Unidos son ya mas de siete millones las personas que, en algún momento de su vida han muerto y tienen un recuerdo, más o menos claro, de las sensaciones que experimentaron", explica Moody."Quienes regresan a la vida tras haber muerto, nunca vuelven a ser los mismos. Generalmente son mucho más fuertes que antes de morir, no les perturba el miedo al más allá y, aunque no quieran hablar de lo que vieron, suelen asimilar la experiencia sin demasiados percances.
Quienes suelen tener problemas con el asunto son los familiares y miedos. que tienen grandes dificultades para encajar el cambio".
A través de centenares de relatos, Moody, que nunca ha tenido una experiencia de este tipo, ha construido una experiencia ideal con elementos que suelen ser recurrentes, que forma parte de la obra con la que este psiquiatra rasgó el tabú de la muerte, Vida después de la vida.
-Un hombre está muriendo y, cuando llega al punto de mayor agotamiento o dolor físico, oye que su doctor lo declara muerto. Comienza a escuchar un ruido desagradable, un zumbido chillón y al mismo tiempo siente que se mueve rápidamente Dor un túnel largo y oscuro. A continuación, se encuentra fuera de su cuerpo físico, pero todavía en el entorno inmediato, viendo su cuerpo desde fuera como un espectador. Desde esa posición ventajosa observa un intento de resucitarlo y se encuentra en un estado de excitación nerviosa... ".
"Lo que más me llamó la atención fue la gran similitud de las historias a pesar del hecho de haber sido vividas por gente de muy diversosos antecedentes religiosos, sociales y culturales", añade Moody. "Ahora los relatos de la vida después de la muerte ya le suenan a la gente; pero cuando empecé a recolectar historias, los afectados no solían tener noción ni contacto con otras personas que habían pasado por la misma experiencia; la imposibilidad de encontrar palabras adecuadas para describir lo visto, el creer que el propio caso es único y el miedo a que los tomen por locos había contribuido a que guardasen su experiencia en silencio".
Sin embargo, el interés suscitado por su trabajo en los medios médicos le fue facilitando la tarea hasta poder completar el cuadro del paso de la muerte. "Entre los numerosos elementos que suelen repetirse en los relatos, aunque sea con diferentes matices que dependen del tiempo en que han permanecido en el otro lado, es el encuentro con espíritus de parientes y amigos fallecidos que, de acuerdo con las descripciones, acuden a recibir a nuevo llegado para ayudarlo a realizar la transición; otro factor interesante es que las sensaciones que suelen recordar haber vivido son de intensos sentimientos de alegría, amor y paz. Cuando descubren que todavía no les ha llegado la hora, muchos admiten haberse resistido a regresar y abandonar un estado tan agradable".
El milagro de la resurrección no parece que imprima una mayor religiosidad en los que vuelven. "Suelen gozar de una mayor espiritualidad, pero sin que ello suponga adherirse a una organización religiosa", dice.
Los aprensivos con Satán han explicado las experiencias cercanas a la muerte como el fruto de maquinaciones demoníacas. Luego están los partidarios de las interpretaciones psicológicas, farmacológicas y neurológicas. Tampoco faltan los que ven en esta investigación la prueba de las tesis religiosas que auguran una vida en el más allá.
A Moody no le satisface ninguna de ellas. "No pretendo probar que haya otra vida", dice tajante. Personalmente, con esta investigación, él le ha perdido miedo a la muerte. Lo importante de estos hallazgos, dice, es que "hay un nuevo fenómeno, que marca la vida de los individuos, para el que hemos de idear nuevas explicaciones".
Fantasmas
Los fantasmas aparecen más a menudo de lo que se cree. Hasta uno de cada cuatro estadounidenses y uno de cada tres europeos reconocen haberlos vistos, explica Raymond Moody. El deseo de reencontrarse con los seres queridos con los que quedó algún cabo por atar hace que un 66% de las viudas (más numerosas que los viudos) tenga visiones en las que ven, oyen e incluso tocan y huelen a su marido. Hasta un 75% de los padres a los que se les muere un hijo experimenta este tipo de apariciones en el primer año que sigue a la pérdida.Moody considera que no es su misión la de averiguar si las apariciones son el resultado del acceso al otro mundo o, simplemente el efecto de una sugestión liberadora. "Científicamente hablando es importante q ue hoy en día este fenómeno se pueda medir a través de las ondas cerebrales y que, en la práctica, las apariciones ayuden a quienes sufren a sentirse mejor y resolver un trauma muy doloroso que no siempre se resuelve con el tiempo" explica.
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