Pujol garantiza su apoyo a la estabilidad del Gobierno mientras González mantenga la política económica

Los nacionalistas catalanes garantizan a Felipe González la estabilidad de su Gobierno. Una entrevista celebrada anoche en La Moncloa entre el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el jefe del Gobierno despejó las dudas abiertas desde el pasado domingo por el desastre electoral del PSOE. González garantizó a Pujol que no se dejará Hevar por veleidades izquierdistas y, por lo tanto, mantendrá la política económica y Pujol se comprometió a seguir votando con los socialistas en el Parlamento nacional si se mantiene la actual política económica y empieza a ser una realidad el llamado giro autonómico. Ambos dirigentes- coincidieron en considerar innecesaria la presentación por parte de González de la cuestión de confianza.

González y Pujol estuvieron reunidos durante algo más de dos horas. El primero, poco después de llegar de Cartagena de Indias (Colombia) y el segundo, horas antes de partir hacia Indonesia. Todas las incógnitas estaban abiertas desde el domingo, y, en ausencia de González, todos los sectores del PSOE habían empezado a dar posibles soluciones ante la realidad de que el PP tiene por primera vez tiene la mayoría de los votos.González no era partidario de plantear la cuestión de confianza, ni de remodelar el Gobierno ni de adelantar las elecciones. Esto último ya había sido descartado de manera contundente, en tanto que existían algunas dudas respecto a la cuestión de confianza y al cambio del Gobierno. Ayer parece que se zanjaron tras la reunión con Pujol.

Al salir de la Moncloa, el presidente de la Generalitat aseguró que había coincidido con González en lo innecesario de presentar la cuestión de confianza. "Hemos manifestado que, para nosotros, lo importante es llegar a acuerdos en cuestiones programáticas", dijo Pujol, para añadir que González le había asegurado que "se va a mantener la política llevada hasta ahora, sobre todo en lo que respecta a la política económica y autonómica".

Antes de que se produjera esta reunión, fuentes gubernamentales aseguraron que Pujol iba a conocer, aunque ya debía de ser consciente de ello, que su falta de apoyo en el Parlamento llevaría inevitablemente a una disolución inmediata de las cámaras, con lo cual se abría la posibilidad de que el PP obtuviera mayoría absoluta.

Los socialistas consideran que a Pujol tampoco le interesa que el PP gane con una victoria aplastante, dada su concepción un tanto restrictiva de la cuestión catalana, porque ello le pondría difíciles las cosas para hacerse oír. En este mismo sentido se ha expresado con claridad el presidente del PNV, Xavier Arzalluz, que no ha tenido inconveniente en manifestar que no tiene interés de colaborar para que el PP obtenga la mayoría absoluta.

Pujol trató con González las líneas generales sobre los próximos presupuestos, el reparto de los fondos de cohesión europeos en lo que se refiere a Cataluña y el traspaso de los mandos policiales a la Generalitat. Estas cuestiones parece ir por buen camino.

En el Gobierno no se oculta la irritación por el hecho de que se siga presentando al Gobierno González como rehén de Pujol, sin acoger con normalidad que las coaliciones o los pactos de legislatura son moneda común en Europa, en tanto que la excepción ha sido España durante estos 12 años de Gobierno con mayorías muy holgadas.

Pujol estaba muy interesado en conocer de González estaba en condiciones de asegurar que la política emprendida por él no iba a ser, objeto de discusión por su partido después de su derrota del pasado domingo. "El presidente se ha mostrado seguro de poder hacerlo. Si puede o no puede, eso ya no nos atañe", dijo Pujol.

Precisamente la homogeneidad del discurso socialista es lo que González quiere sellar el pr6ximo lunes en la reunión de la ejecutiva de su partido. Mientras tanto, el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, va sondeando a los dirigentes del PSOE, la mayoría de los cuales son miembros de la Ejecutiva, manteniendo entrevistas con ellos, individuales y por separado, desde hace 48 horas.

Ayer recibió al presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma. Otros pasaron anteayer y algunos lo harán hoy, informan fuentes socialistas que, no obstante, rehusan dar más información por inscribir estos encuentros en el terreno de la discreción. Serra también se reunió ayer con el portavoz del PP en el Congreso, Rodrigo Rato.

Otra de las razones por las que se quiere que las reuniones con Serra se mantengan en secreto es que que no todos serán llamados, en concreto los guerristas. Por su parte, el vicesecretario general, Alfonso Guerra, se reunió anteayer con cuatro dirigentes próximos a él: Juan Carlos Rodríguez Ibarra, María Antonia Martínez, Matilde Fernández y Jaime Blanco.