Madrid y otras tres ciudades europeas tendrán centros de teletrabajo financiados por la UE
La fórmula reduciría el tráfico y mejoraría la productividad y la calidad de vida
Si el 5% de la población de una ciudad como Madrid trabajase en casa o en centros cercanos a sus domicilios utilizando la informática y las telecomunicaciones, en lugar de desplazarse a la oficina, se ahorrarían anualmente 4.650 millones de pesetas por horas perdidas en el traslado al trabajo, 600 millones de pesetas en costes energéticos y reducirían la emisión de gases contaminantes. a la atmósfera en 800, toneladas. Son algunos datos significativos de un estudio hecho en España sobre movilidad urbana. Para ensayar esta nueva fórmula, la Unión Europea ha financiado una experiencia piloto, que consiste en montar cuatro centros de teletrabajo en Madrid, París, Amsterdam y Londres.
La idea es que viaje la información, no el trabajador. La zona norte de Madrid ha sido la escogida para establecer de forma experimental un centro de teletrabajo, un sitió donde podrán desarrollar su labor profesional distintos trabajadores de varios municipios del extrarradio sin tener que sufrir los tediosos desplazamientos hasta sus oficinas en el centro de la ciudad."Es una forma de ayudar a resolver los problemas derivados de la congestión del tráfico y mejorar la calidad de vida de la gente", ha explicado Eduardo Barrera, presidente internacional del Foro de la Comunidad Europea de Teletrabajo/ Telemática, durante unas Jornadas sobre Formación en Teletrabajo, celebradas ayer en Madrid.
Proyecto 'Teleurba'
Para esta experiencia piloto, la Fundación Universidad-Empresa y la empresa consultora Inmark, coordinadores del proyecto Teleurba en Madrid, han empezado a buscar candidatos en Algete, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, San Agustín de Guadalix..., un área con una población estimada en torno a los 200.000 habitantes que no disponen de tren para acercarse a la capital.
Con este fin se ha establecido un servicio de información en la Cámara de Comercio de Alcobendas (91 / 661 22 57). "Deben ser personas cuyo trabajo tenga que ver con la información (abogados, ingenieros, diseñadores, arquitectos, traductores, programadores informáticos, etcétera), aunque el perfil del teletrabajador no está del todo definido", aclara Águeda de Areilza, de la Fundación.
"El concepto de teletrabajo supone la ruptura de la fórmula clásica trabajador-oficina, es decir, la persona no debe desplazarse hacia su ocupación laboral, sino al contrario y, por tanto, puede escoger más libremente dónde quiere vivir", dice Barrera.
El objetivo del centro de Madrid es estudiar el incremento de productividad, la descongestión del tráfico de la zona y el ahorro energético. "En España, el concepto de teletrabajo es menos conocido que en el resto de ciudades europeas elegidas y la puesta en marcha del centro tiene más dificultades", señala Areilza. Si la experiencia resulta eficaz, se podría abrir 10 centros más de este tipo en la Comunidad de Madrid y algunos otros por toda España.
Teleurba en Madrid tiene un presupuesto de 300.000 ecus (casi 50 millones de pesetas; la mitad lo aporta la Fundación) y una duración de 18 meses. El centro, que se pondrá en marcha para finales de año, tendrá el equipamiento informático y de telecomunicaciones necesario en función de la veintena de personas que se escojan.
"Se trata de sustituir el coche por el módem [dispositivo que permite enviar datos informáticos por las líneas telefónicas]", dice Jack Nilles, el padre del concepto de teletrabajo. En su país es donde más extendida está una forma de teletrabajo, el teleconmuting, un término que define la sustitución del tiempo gastado en desplazarse al trabajo por el tiempo trabajado con el uso de las telecomunicaciones. En California existen actualmente 20 telecentros y otros 25 en el resto del país.
Casas más pequeñas
"En EE UU hay nueve millones de teletrabajadores. Pero existe una diferencia respecto a Europa. Allí se trabaja más en casa; aquí la tendencia es crear centros cercanos al domicilio", señala Nilles. La razón es obvia. "En California, una casa media tiene entre 180 y 190 metros cuadrados, casi dos veces más que en España".
Para este experto, lo esencial es la formación. Es importante que la persona tenga suficiente autodisciplina para trabajar en casa. "Es un problema de educación, de conciencia social. En España, la actitud hacia el lugar de trabajo como forma de socialización está muy arraigada", añade Nilles, quien a pesar de reconocer ventajas importantes para la empresa (fundamentalmente, aumento de productividad) y el trabajador (más tiempo libre, ahorro de hasta un 25% de su salario en gastos de ropa, comida y cuidado de los niños ... ), advierte también del riesgo que corre de sentirse aislado y solo, aunque teletrabaje dos o tres días a la semana.
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