Octavio Paz compara las vanguardias con "el terror bolchevique y las sectas religiosas"

"Las vanguardias fueron movimientos en el sentido histórico y antropológico del término. Sus modelos fueron los partidos políticos revolucionarios y las sectas religiosas. Por sus métodos, las vanguardias seajustan al modelo revolucionario del terror jacobino o bolchevique, por su inspiración profunda y su temple profético, a las sectas religiosas". Así se expresó ayer el premio Nobel de literatura Octavio Paz en la inauguración del simposio Las vanguardiascumplen 100, que organiza el Museo Picasso de Barcelona y dirige el escritor Félix de Azúa. Artistas, intelectuales, responsables de museos y críticos de arte debatirán hasta el viernes el concepto del arte de vanguardia y su significado en la sociedad.

Octavio Paz inició su conferencia preguntándose: "¿Vivimos el fin de un periodo artístico que se caracterizó por la irrupción sucesiva de diversos y contradictorios movimientos, todos ellos amaparados bajo un rótulo común: vanguardia?", para seguir afirmando que el tema de la vanguardia desemboca en otro más vasto: "El de la gran mutación histórica que vivirnos". "La modernidad sufre hoy un cambio radical", aseguró el premio Nobel de literatura. "Se ha quebrado nuestra visión de la historia como un proceso lineal, sucesivo y constante, siempre progresivo. El futuro ya no es una promesa impenetrable e informe, tiene todas las formas y ninguna".Personalidades enérgicas

Después de hacer un repaso histórico sobre cuándo aparece la modernidad y de su significado, Octavio Paz comparó los conceptos de vanguardia y modernidad para concluir que en la historia de las vanguardias "abundan las personalidades enérgicas y fuera de lo común". "Sin embargo", dijo, "lo que las caracterizó fue su carácter colectivo: asociaciones y grupos de artistas jóvenes". El escritor agregó que los modelos de las vanguardias fueron "los partidos políticos revolucionarios y las sectas religiosas". El premio Nobel de literatura comparó las vanguardias con el "terror jacobino o bolchevique y las sectas religiosas".

Octavio Paz aseguró que las vanguardias han "iluminado", la imaginación de los artistas actuales. "Las vanguardias de la primera mitad sel siglo XX se propusieron cambiar el arte, y la más ambiciosa, el surrealismo, cambiar la vida. Empresa desmesurada y condenada de antemano. Las vanguardias se dispersaron y se disiparon, pero iluminaron nuestra imaginación, afinaron nuestra sensibilidad, despertaron nuestra fantasía y, en una palabra, enriquecieron nuestra época con creaciones deslumbrantes. Son la otra cara, la luminosa, del sombrío siglo XX".

El escritor mexicano denunció la gran confusión que existe entre la noción de valor y la de precio. "El mercado financiero, muchas veces con la colaboración de los propios artistas y aun de los museos, ha afianzado su dominio sobre el mundo del arte. Más y más se c9nfunde la noción de valor con la de precio. Es indudable que la palabra vanguardia y todo lo que evoca para el hombre del siglo XX ha perdido casi enteramente su irradiación magnética. Hoy evoca todo aquello que las vanguardias de 1920 y 1930 abominaban, despreciaban y zaherían: las academias y las instituciones".

La historia de arte es una historia de resurrecciones y Octavio Paz concluyó su intervención preguntándose si la vanguardia había muerto realmente. "La vanguardia se propuso incendiar los museos y hoy es un arte de museo. Comenzó como un grito de combate y ahora nos parece una inscripción en la lápida de un cementerio que conmemora, entre dos fechas, un movimiento y una defunción. ¿Pero el muerto está realmente muerto?".

El crítico de arte francés Marc Fumaroli (Marsella, 1932) cerró la sesión de ayer con una conferencia titulada La retórica del arte: de la academia a la vanguardia. Hoy están previstas las intervenciones de Tomás Llorens, conservador jefe del museo Thyssen y director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y el poeta y académico Pere Gimferrer. El miércoles el pintor Antonio Saura disertará sobre Los funerales de la modernidad y el jueves lo hará el arquitecto Oriol Bohigas. El escritor Eduardo Mendoza clausurará el simposio el viernes con una conferencia titulada Crónica de un infiltrado.